No tires las anillas de las latas de refresco: son un tesoro para los que conocen estos trucos
Cada año se desechan más de 80.000 millones de latas en el mundo


Cada año se desechan más de 80.000 millones de latas en el mundo, pero casi nadie aprovecha uno de sus componentes más útiles: las anillas. Lo que muchos consideran basura, otros lo convierten en objetos útiles y hasta decorativos.
La mayoría de nosotros consume refrescos o conservas en lata sin pensar demasiado en lo que viene después. Sin embargo, según la empresa especializada en reciclaje OKON Recycling, el 100% de las latas de bebidas y alimentos pueden reciclarse completamente, y sus anillas tienen usos sorprendentes que podrían ayudarte a organizar tu hogar o incluso a ahorrar dinero.
Ideas prácticas para reutilizar anillas de latas
Estas pequeñas piezas metálicas no solo sirven para abrir una lata: tienen múltiples usos creativos y funcionales. Aquí algunos de los más ingeniosos:
- Doble percha para ropa: coloca una anilla entre dos perchas para colgar dos prendas en el espacio de una.
- Macetas colgantes caseras: une varias anillas con silicona en la parte superior de una maceta ligera y cuélgala con alambre.
- Soporte improvisado para cuadros: pega una anilla en la parte trasera de un marco ligero y cuélgalo fácilmente.
- Pendientes reciclados: con hilo, cintas o alambre fino puedes crear originales pendientes a partir de anillas.
- Sustituto de cremalleras: si se rompe el tirador de una cremallera, una anilla puede ser una solución rápida y eficaz.
¿Por qué es tan valioso el aluminio?
El aluminio, material principal de estas latas, es ligero, resistente y totalmente reciclable. Se usa en sectores como la construcción, la automoción o la aeronáutica. Y lo mejor: puede reciclarse infinitas veces sin perder calidad.
Además, el reciclaje de aluminio consume un 95 % menos de energía que la producción desde cero, lo que representa un enorme ahorro energético y una notable reducción de emisiones de CO₂.
Reutilizar las anillas de las latas no solo es una forma creativa de reciclar: es un gesto pequeño que puede tener un gran impacto. La próxima vez que bebas una cerveza o abras una lata de tomate… piénsatelo dos veces antes de tirar esa anilla.




