La jerarquía laboral de siempre se tambalea gracias a lo que cambia la Generación Z en el trabajo
Esta generación ya está plenamente incorporada al mercado laboral
Imagen de archivo de una chica joven trabajando. / Ricardo Mendoza Garbayo
La Generación Z ya está plenamente incorporada al mercado laboral, y lo está haciendo con fuerza. Según estudios, sus prioridades son claras: equilibrio entre vida y trabajo, oportunidades de aprendizaje constante y un entorno donde se escuchen sus ideas y valores.
Jenna-Mari Ahola, de 27 años, trabaja en selección de personal y tiene claro lo que espera de su entorno profesional: “Que me valoren. Que me escuchen. Que trabajemos juntos con buen ánimo.”
También Niina Tojkander, enfermera de urgencias, ha buscado deliberadamente un empleo donde pueda “aprender algo nuevo cada día”.
Nuevos hábitos, viejos choques
A pesar de que en muchos lugares conviven hasta cuatro generaciones diferentes, el ambiente general es positivo y abierto al aprendizaje mutuo. Pero no todo es armonía. Como señala Aino Heikkilä, directora de desarrollo en E2 Research, el encuentro generacional cuestiona métodos tradicionales y obliga a una mayor flexibilidad.
“Los jóvenes no aceptan necesariamente todas las prácticas establecidas. En estos casos, hay que negociar”, explica Heikkilä.
Por ejemplo, si existe la costumbre no escrita de que los trabajadores con hijos elijan primero sus vacaciones, puede haber tensiones si se cuestiona este criterio.
Comunicación, liderazgo y malentendidos
La forma de comunicarse entre generaciones también difiere. Según Heikkilä, hay jóvenes que tienen dificultades para transmitir sus ideas, y muchas prácticas tradicionales se basan en un “conocimiento tácito” difícil de explicar o justificar a ojos de una nueva generación que demanda claridad y razones.
Lari Hintsanen, CEO de Deloitte Finlandia, advierte de una brecha importante: los jóvenes quieren orientación activa y desarrollo profesional, pero muchos profesionales senior se centran más en gestionar el día a día que en guiar a la nueva generación.
¿Cambio o conflicto?
Lo cierto es que muchos empleados de mediana edad ven con buenos ojos que los jóvenes se defiendan y pongan límites, aunque eso a veces choque con hábitos de toda la vida. El reto es claro: negociar, escuchar y adaptarse.
