Un joven de 26 años deja su trabajo, ve un hueco en el hummus y ahora factura 42 millones de euros
Decisión arriesgada y apuesta por su futuro que da sus frutos

Hummus / etorres69

"Me despertaba cada mañana diciendo: 'Hombre, la vida tiene que ser más que esto'", decía Chris Kirby en una entrevista con CNBC. Y es que este hombre trabajaba desde hacía años en cocinas de restaurantes en Austin (Estados Unidos), donde encadenaba horas exigentes en sus labores y gastaba su tiempo libre en ir a bares después de su turno, hasta que a los 26 años decidió dar un giro drástico a su vida en busca de algo más. Volvió a Maryland, su ciudad natal, y se matriculó en un colegio comunitario local.
Dio lo que él define como un paso atrás para centrarse en acabar su carrera y abandonar ese estilo de vida de "trabajo duro y diversión aún más dura" para adoptar uno más equilibrado y centrado en objetivos productivos. Mandó una solicitud para ingresar en la Escuela de Administración Hotelera de Cornell donde advertía que no era un estudiante tradicional, pues ya era algo mayor y esperaba que la universidad y sus profesores le ayudaran a emprender, como escriben en Money Review. Un año después de su vuelta, fue admitido.
Desde el primer día que pisó la universidad, en Ithaca, Nueva York, se puso a trabajar en ese propósito e hizo pesquisas en el mercado de agricultores y las tiendas de comestibles locales para encontrar algún nicho de mercado donde pudiera incidir. Explica que estando en el campus ya había dado con la clave: "El hummus era el producto y el mercado de agricultores era el lugar para lanzarlo". Así, se puso manos a la obra para compaginar estudios y emprendimiento, sin duda, un esfuerzo mucho mayor que el de sus tiempos en hostelería y bares, pero también con mayores esperanzas.
Recursos limitados y decisiones sorprendentes
Invirtió entre 3.000 y 4.000 dólares (de 2.500 a 3.400 euros al cambio) antes de poder hacer su primer lote de hummus, empezando tan solo con una licuadora grande de 450 dólares (383 euros) y unos cientos más en ollas de 40 litros para cocer los garbanzos, ahorrando algo de dinero decidiendo exprimir los limones a mano para no gastar en más electrodomésticos. Mientras, programó sus clases de universidad por la mañana para poder estar libre desde mediodía y dedicar el resto a elaborar sus productos, mientras que los fines de semana los llevaba al mercado agrícola para captar la mayor cantidad de clientes posible.
Más información
Una vez que se graduó, su negocio ya tenía un gran futuro. Quería aumentar la producción de Ithaca Hummus y contrató a un socio de envasado, llegando a expandirse a tiendas de comestibles y restaurantes en el norte del estado de Nueva York. Ahí llegó otra decisión que asegura que fue totalmente acertada, como es no querer abarcar demasiado. En lugar de ampliar la presencia geográfica al máximo, se centraron en maximizar las ventas en su territorio cercano. Kirby manifiesta que ganó más experiencia y conocimiento "trabajando con cinco tiendas Wegman's de lo que jamás habría podido si hubiera intentado trabajar con 80 de ellas justo cuando estábamos empezando".
Poco a poco, la reputación de la marca fue incrementándose y la demanda empezó a superarles, pero siguió con su idea de ir paso a paso. Explica en CNBC que se negó a colocar su producto en tiendas Walmart, Costco y Kroger, porque aunque la ganancia sería grande, no sabía si con las características de su empresa podría cumplir con los pedidos. Además, también ha desechado propuestas de inversores y capitalistas de riesgo, el negocio era rentable y quería centrarse en el éxito a largo plazo en lugar de en el rendimiento económico personal a corto.
"Nuestro objetivo es convertirnos en la marca número uno en nuestra categoría. Si seguimos tomando las decisiones correctas día tras día y hacemos lo correcto para nuestros consumidores, no veo por qué no podremos lograrlo con el tiempo", manifestaba Kirby. Y le está saliendo bien. Money Review asegura que se espera que Ithaca Hummus genere más de 50 millones de dólares (unos 42,6 millones de euros) en ingresos este año gracias a las variedades de 10 sabores que tienen en el mercado, con un precio de venta al público de unos siete dólares (casi seis euros).




