Esta joven de 23 años nunca acabó la secundaria y ahora es socia de una empresa multimillonaria
Una serie de decisiones en su juventud han marcado su camino

Imagen de archivo sobre redes sociales y trabajo / OhmZ

La historia de Clara Kjær es un tanto peculiar. Mientras la sociedad instaba a que las personas tienen que formarse para poder labrarse un futuro, a esta chica le cayó la pandemia del coronavirus cuando tenía que afrontar la finalización de la secundaria, lo que hizo que se trastocaran todos sus planes. Todo lo que le había atraído hacer se canceló y, cuando se quiso dar cuenta, abandonó definitivamente sus estudios.
No era una decisión fácil, como ella misma expresó y recogió el medio TV2 Nord. "Fue realmente estresante y también había un sentimiento de '¿estaré realmente sola en este mundo?'", pero se decidió a entrar en el mercado laboral. Una conferencia la llevó a una escuela de guías y allí se colocó durante algunos años trabajando como guía y viajando, pero la verdadera oportunidad la tenía en su propia casa, de la mano de su hermano.
Este tenía en mente una idea de negocio: una agencia de marketing centrada en las redes sociales. "Rápidamente descubrimos que había algunas personas que podrían necesitar ayuda para producir, generar ideas, publicarlas y mantenerse constantemente actualizadas sobre lo que funciona en las redes sociales", así fue cómo nació la empresa 'Social Mate', puesta en marcha por Clara, su madre, su hermano y un amigo de este.

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Un crecimiento exponencial
De todo esto han pasado casi cuatro años y Clara es socia de una empresa que, en este tiempo, ha conseguido ingresos multimillonarios. "De repente me tocaron el hombro y me preguntaron si estaba interesada en comprar una parte de la empresa", dice la chica que actualmente tiene 23 años, a lo cual accedió después de pensarlo mucho, pero ahora se alegra considerándola como la mejor decisión que ha tomado en su vida. Y aunque trabajar en familia puede ser duro, ella lo ve como una bendición.
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"Desde el principio, hemos recorrido juntos el camino y hemos aprendido juntos. No podríamos estar sin ninguno de nosotros. Contribuimos de maneras muy diferentes, y eso es lo que hace de la empresa lo que es hoy", asegura esta mujer del norte de Jutlandia (Dinamarca) sobre una empresa que en la actualidad se ubica en una oficina de dos pisos en el centro de la ciudad de Aalborg y cuenta con 12 empleados, siendo ella jefa de algunos de ellos que tienen su misma o más edad y más formación académica.
Igualmente, Clara no quiere lanzar un mensaje en dirección a que la gente no estudie, es consciente de que "puede haber cosas nuevas que sean emocionantes, desafiantes y te den un pequeño nudo en el estómago" con ese concepto, aunque confiesa que todo "ha ido realmente bien". Además, dice haberse estado formando a través de diferentes cursos de gestión y liderazgo, pero es consciente de que hay cosas que quizá no se pueden demostrar del todo en la escuela o la universidad.
"A veces tienes talentos que son difíciles de mostrar en un libro. También puede ser que los exámenes te resulten insoportables, o que te cueste aceptarlos, pero que se te dé muy bien relacionarte con la gente y deslumbrar con ello", expone una Clara Kjær que contando su historia solamente espera "que la gente entienda que hay una cantidad increíble de caminos y que sólo hay que creer en uno mismo y lanzarse".




