Adiós al polvo y a las manchas de sudor: el truco con el que las almohadas viejas vuelven a oler a limpio
Es necesario llevar una higiene rutinaria de ellas

Una mujer durmiendo / Getty Images

Aunque muchos piensan en las almohadas únicamente como un elemento de descanso, lo cierto es que también son un foco importante de gérmenes, ácaros y hongos si no se lavan con la frecuencia adecuada. Con el uso diario, acumulan polvo, sudor, células muertas, secreciones cutáneas y moho, lo que puede derivar en problemas de piel, reacciones alérgicas e incluso afecciones respiratorias.
¿Cada cuánto se deben lavar?
Según los expertos en higiene del hogar, las almohadas sintéticas deben lavarse cada 3 o 4 meses, mientras que las de plumas o plumón natural requieren una limpieza cada 6 meses. En cambio, las fundas de almohada deberían lavarse semanalmente, ya que están en contacto directo con el rostro y el cabello.
¿Cómo lavarlas correctamente?
Antes de nada, lee siempre la etiqueta para comprobar las instrucciones específicas de lavado. El material del relleno marca la diferencia:
- Almohadas sintéticas (poliéster, plumón sintético): pueden lavarse a máquina a 40 °C, con un ciclo para ropa sintética.
- Almohadas de plumas o plumón natural: deben lavarse a mano o a máquina en un ciclo delicado, sin superar los 30 °C y evitando un centrifugado intenso.
Usa siempre detergente líquido para ropa delicada, evitando blanqueadores o suavizantes que puedan dañar el relleno. Para un mejor resultado, se recomienda hacer un segundo aclarado y centrifugar a baja velocidad.
¿Y el secado?
El secado es clave. Si no tienes secadora, deja que las almohadas se sequen al aire libre, en un lugar sombreado, dándoles la vuelta y agitándolas cada cierto tiempo. Si usas secadora, selecciona una temperatura baja para prendas delicadas.
Otros consejos útiles:
- Aspira o sacude las almohadas con frecuencia para eliminar el polvo acumulado.
- Si detectas manchas, aplica un quitamanchas antes del lavado.
- Repara cualquier rotura en la funda antes de lavarla, para evitar que se salga el relleno durante el proceso.
Invertir unos minutos en su mantenimiento puede marcar la diferencia para tu salud. Una almohada limpia no solo mejora tu descanso, también protege tu piel y tus vías respiratorias.




