El propietario de un Mercedes con 4,58 millones de kms recibe una oferta inesperada de la propia Mercedes

A veces, despedirse de un coche que te ha acompañado durante toda la vida no es tan fácil como parece. Que se lo digan a Gregorios Sachinidis, taxista de Salónica, Grecia, que condujo su Mercedes 240 D de 1976 durante más de 40 años hasta alcanzar una cifra que roza lo imposible: 4.580.000 kilómetros. Para ponerlo en perspectiva, equivale a dar ocho veces la vuelta de ida y vuelta entre la Tierra y la Luna.

Comprado en 1981 con apenas cinco años de antigüedad, el Mercedes pronto se convirtió en una extensión del propio Sachinidis. Robustez, fiabilidad y sencillez fueron los ingredientes de esta relación duradera, ideal para su trabajo diario como taxista. Pero el hito que logró su vehículo no pasó desapercibido: la propia Mercedes-Benz tocó a su puerta para hacerle una oferta insólita.

Un nuevo Mercedes Clase C totalmente gratis fue la propuesta a cambio de entregar su veterano 240 D. Y así fue: tras cuatro décadas de servicio, el coche fue cedido a la marca alemana y hoy descansa en el Museo Mercedes-Benz de Stuttgart, como símbolo de durabilidad y fidelidad.

En una época donde los coches parecen estar diseñados con fecha de caducidad, el caso de Sachinidis emociona por su sencillez: un hombre, un vehículo y millones de kilómetros compartidos. Y lo mejor: nunca dejó tirado a su dueño, algo que no todos los coches modernos pueden decir.

Pero la historia de Gregorios no es única. También está la de Irv Gordon, estadounidense que recorrió más de 3 millones de millas (casi 5 millones de kilómetros) con su Volvo P1800, solo por placer. Cuando ofreció vendérselo a Volvo por un dólar por milla recorrida —3 millones de dólares— la marca sueca declinó la propuesta.