Diseñan un innovador sistema de trampas para frenar la invasión de este indeseable mosquito

Este insecto invasor, conocido por su capacidad de transmitir enfermedades como el dengue y el chikunguña, avanza cada año en la región Centro-Valle del Loira. En 2023, se detectó por primera vez en la ciudad de Lamotte-Beuvron (Loir-et-Cher) y, apenas un año después, la Agencia Regional de Salud (ARS) ha confirmado su presencia en 22 nuevos municipios.

Para hacer frente a esta plaga, el ayuntamiento de Lamotte-Beuvron ha puesto en marcha un sistema innovador: once trampas especiales que imitan la respiración humana. Estos dispositivos liberan CO₂, gas que exhalamos al respirar y que resulta irresistible para el mosquito tigre. Una vez atraído, el insecto queda atrapado en una red. Además, una pequeña bolsa de feromonas difunde olores que potencian la atracción y aumentan la eficacia del sistema.

Cada trampa tiene el tamaño aproximado de un pequeño transformador eléctrico y funciona gracias a energía solar. El municipio invirtió algo más de 10.000 euros en su adquisición, una cifra inferior al precio habitual (17.000 euros), ya que las máquinas fueron compradas de segunda mano. “Se utilizaron en los Juegos Olímpicos de París 2024 y también han demostrado su eficacia en el Tour de Francia”, explica Nicolas Thibault, del servicio técnico municipal.

El mosquito tigre, originario del sudeste asiático, se ha adaptado rápidamente a Europa y se propaga sobre todo en zonas urbanas. Según la ARS, en Centre-Val de Loire ya se han contabilizado 87 puntos de infestación mediante cientos de sensores distribuidos en la región. Actualmente, el 37 % de la población regional está afectada, con la excepción del departamento de Eure-et-Loir.

A pesar del despliegue tecnológico, los expertos advierten que las trampas por sí solas no bastan para erradicarlo. La ARS insiste en la importancia de las medidas preventivas: vaciar o retirar recipientes con agua estancada, eliminar bebederos de plantas o rellenarlos con arena para impedir la puesta de huevos, y mantener limpios canalones y desagües.

Existe, además, una solución natural: favorecer la presencia de murciélagos. Estos mamíferos nocturnos pueden consumir hasta 3.000 mosquitos por noche, por lo que el organismo sanitario recomienda instalar refugios para atraerlos y ayudar así a controlar la población del insecto.

Con la llegada del calor y el aumento de las lluvias estivales, el riesgo de proliferación del mosquito tigre crece, y Lamotte-Beuvron espera que su estrategia combinada de tecnología y prevención sirva como ejemplo para otros municipios de la región.