Unos okupas de Finisterre lanzan una campaña online para recaudar 350.000 euros y permanecer en las casas
Tienen un plan para no tener que abandonar las viviendas ocupadas

Ilustración sobre entrada en una casa / TAK

Hace unos años, en un terreno ubicado entre Douarnenez y Poullan-sur-MerUnas, en Finisterre (Francia), una promotora inmobiliaria inició un proyecto en un antiguo centro vacacional que intentó transformar en una residencia turística de 4 estrellas, pero fracasó, así que ese lugar quedó como estaba, empeorando su situación hasta que el propietario de Les Roses Blanches, como se llamaba el centro, tuvo que cerrar por no poder mantener las instalaciones, según explican en Midi Libre. Aunque esto no es todo el jaleo que hay allí montado.
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En Le Figaro explican que, el próximo 3 de septiembre de 2025, el Tribunal de Justicia de Quimper embargará todas las propiedades que allí se encuentran y las subastará a un precio de salida de 200.000 euros, aunque estas cifras podrían cambiar dependiendo de las ofertas recibidas. La superficie habitable varía entre 228 y 500 m², en tres hectáreas de terreno con vistas a la bahía de Douarnenez, eso sí, informan que el complejo no contaría con sistema de saneamiento colectivo y se ubicaría en una zona natural sensible, según el plan urbanístico local.
Hasta ahí, son cosas subsanables y habría que esperar a la venta, pero hay un problema más: las viviendas llevan ocupadas desde hace unos 15 años, y aunque se insta a que el nuevo propietario los eche, los okupas tienen un plan. Quieren participar en la subasta para evitar el desalojo, para lo cual han iniciado una campaña de recaudación de fondos en línea con la que esperan conseguir unos 350.000 euros. Entretanto, desde Midi Libre comentan que la decisión del tribunal de Quimper sobre el ganador de la subasta resultará en una orden de desalojo por parte de las fuerzas de seguridad, de ahí esta idea.
Procedimiento legal
En cuanto a todo esto, la aparición de los okupas puede ser decisiva para los futuros compradores, ya que mientras permanecieran allí no podrían proceder a la reconstrucción de los edificios, según las normas del plan local de urbanismo. Indica el medio francés mencionado que las condiciones de venta disponibles estipulan que "el comprador debe hacer de esto su asunto personal", por lo que es responsabilidad del nuevo propietario recuperar la propiedad y desalojar a los ocupantes.
Pero esto no es tan fácil. Explican que quien se haga con el complejo deberá seguir la legislación vigente para desalojarlos, que aseguran que es un procedimiento legal breve y económico, estando prohibido que los propietarios se tomen la justicia por su mano, ya que está marcado que los ocupantes podrían presentar una denuncia por allanamiento y emprender acciones legales contra él. De tal forma, el plan de los okupas está en marcha y, como vemos, tienen varios ases bajo la manga para seguir en ese lugar pase lo que pase.




