La mujer más rica del mundo abre una escuela de medicina

Alice Walton es una de las herederas de Sam Walton, el fundador de la cadena de supermercados más grande de Estados Unidos, Walmart, y en la actualidad es la mujer más rica del mundo, según señalan listas especializadas como las de Forbes o Bloomberg, superando este mismo año la fortuna de la que había sido en los últimos tiempos la gran dominadora, Françoise Bettencourt Meyers, quien recogiera la gestión de L'Oreal también de sus progenitores.

Pero además de una vida de lujo y diversas inversiones más allá de Walmart, Alice tiene un nuevo proyecto. En Time escriben que el pasado 14 de julio, 48 estudiantes comenzaron su nueva andadura académica en la Facultad de Medicina Alice L. Walton en Bentonville, Arkansas, siendo en la primera camada que empieza a formarse en este centro estudiantil que se ha llevado a cabo de la mano de la mujer más pudiente del planeta, y lo más sorprendente es que la mayoría de los alumnos tenía varias opciones universitarias y optaron por esta que acaba de arrancar.

Bautizada con el nombre de su fundadora, esta escuela promete un enfoque único con el objetivo de replantear la educación médica, pues formará a sus estudiantes durante este camino de una manera que aseguran radicalmente diferente al método habitual en la mayoría de los centros de todo el mundo. Se basan en que, en vez de formar a los médicos jóvenes para que persigan síntoma tras síntoma y realicen prueba tras prueba, los graduados aplicaran también métodos de prevención para mantener a los pacientes saludables. Es decir, medicina preventiva y principios de salud integral.

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En Time destacan que esto involucra no solo tratar a la persona, sino cuidarla en su totalidad y tener en cuenta todos los factores, desde su salud mental hasta sus condiciones y elecciones de estilo de vida, de cara a que alcancen un mayor bienestar. Igualmente, esto dicen que no es una idea nueva, sino que lo revolucionario es llevarlo a cabo, puesto que en la medicina tradicional se habla de ello pero no se pone en práctica realmente, asegurando que el 80% de la educación médica se centra en la biología, cuando más de la mitad de las muertes prematuras se deben a factores conductuales.

Conceptos diferentes

En el medio estadounidense han hablado con algunos estudiantes, como Ellie Andrew-Vaughn, quien llegó a Bentonville desde Ann Arbor, Michigan, y comenta que se postuló a 34 universidades, pero en ninguna otra parte hacen lo que en esta, lo que le llevó a decantarse, al igual que le pasó a Rebecca Wilson. Ella creció en Cave Springs, que está muy cerca de donde está ubicada la facultad, y asegura que ya había escuchado rumores sobre esta desde diciembre de 2021. "Escuchar lo revolucionaria que era su perspectiva sobre la medicina, y cómo era parte de su esencia y no algo adaptado al currículo como en otras escuelas, fue algo único", manifestó.

Además, parece que cada detalle está estudiado, por ejemplo, visualmente, la escuela hace honor a su acrónimo: AWSOM. Time dice que el edificio tiene grandes paredes de cristal y se encuentra en la propiedad de la familia Walton, incluyendo zonas de estudio, de bienestar, un gimnasio, un parque en la azotea, jardines terapéuticos donde los estudiantes pueden estudiar, huertos para producir alimentos saludables y un estanque de reflexión. De hecho, desde el parque mencionado hay un sendero que conduce a través del bosque de Ozark directamente al Museo de Arte Americano Crystal Bridges, también construido por Walton en 2011, quien es una gran amante del arte y defiende la interconexión de todas las ciencias.

La multimillonaria cubre la matrícula de las primeras cinco clases que se gradúan y prevé que algunos de los nuevos médicos aporten en la comunidad local los conocimientos que adquieran, en particular a las zonas marginadas de Arkansas, de donde es ella, pero también quiere que el método que se utiliza en su escuela pueda extenderse a otras regiones con escasos recursos sanitarios y otras facultades. Un reto de lo más ambicioso, pero que cree necesario, pues considera que el sistema de salud "está roto" y que alguien debe de impulsar un cambio. En este caso, la propia Alice Walton.