Los insectos que aterrorizan a esta ciudad europea: su ruido llega a alcanzar hasta los 100 decibelios
Han tomado parques, áreas boscosas e incluso barrios residenciales

Una cigarra. / NurPhoto

En varias zonas de Bucarest, los vecinos viven estos días una auténtica invasión de cigarras. Estos insectos, reconocibles por sus alas transparentes, ojos prominentes y el característico sonido que producen los machos para atraer a las hembras, han tomado parques, áreas boscosas e incluso barrios residenciales en las afueras de la capital rumana.
Un ruido que puede superar los 100 decibelios
La presencia masiva de cigarras ha generado temor y molestia entre la población, no por un riesgo para la salud —pues no pican, no muerden ni transmiten enfermedades— sino por el ensordecedor zumbido que emiten. Según los especialistas, el ruido puede alcanzar los 100 decibelios, comparable al de una motosierra o un concierto.
Las zonas más afectadas son aquellas con vegetación densa, donde estos insectos encuentran el ambiente ideal para reproducirse. El sonido se intensifica especialmente por la mañana y al atardecer, lo que complica el descanso de muchos vecinos.
Un fenómeno natural de verano
Los expertos explican que esta irrupción forma parte del ciclo vital normal de las cigarras. Durante el verano, y con el aumento de las temperaturas, estos insectos emergen del subsuelo para reproducirse, tras pasar varios años en fase larvaria.
Aunque inofensivas para los humanos, su gran número y la potencia de su canto están alterando la vida cotidiana en algunas zonas de Bucarest. Las autoridades no prevén medidas de control, ya que se trata de un fenómeno estacional que remitirá en pocas semanas.




