Revuelo por una jubilada de 87 años que paga mal un billete de bus y el error le sale 25 veces más caro
Lo ocurrido con la mujer fue muy sonado por lo increíble de la multa

Interior de un autobús / Tomekbudujedomek

Lo que le ocurrió a Annamaria, una mujer italiana de 87 años, causó bastante revuelo cuando lo publicó La Nazione, y es que esta señora fue multada cuando se subió a un autobús de la línea 2 de Florencia, perteneciente a la empresa Autolinee Toscane, debido a un error con su pase. Al parecer, validó un billete de 1,50 euros que estaba caducado desde agosto de hace dos años en lugar de uno de 1,70, exigido actualmente. El montante de la sanción fue de 40 euros, todo por una diferencia de 20 céntimos.
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Tras esto, Isabella, hija de la mujer, se puso en contacto con la empresa a través de un extenso correo electrónico mostrando su parecer y las irregularidades que se habían cometido. "Sé que la ignorancia de la ley no es excusa, y que los pasajeros de Autolinee Toscane deben saber qué billetes usar, pero mi madre no sabía que el billete ya no era válido. Si realmente no hubiera querido pagar el viaje, no lo habría pagado completo; en cambio, lo validó, pensando que cumplía con la normativa. Habría bastado con que los revisores manejaran el asunto de otra manera, entendiendo la buena fe de mi madre quien, repito, aunque sigue en activo, tiene casi 90 años y rara vez usa el autobús", escribía.
Reclamaba que "podrían haberle indicado que el billete ya no era válido y que la multarían la próxima vez. En cambio, pensaron que era un plan para estafar a Autolinee Toscane, por solo 20 céntimos, y prefirieron multar a una jubilada para quien 40 euros sigue siendo una suma considerable", y aunque Annamaria pagó la sanción de manera inmediata y sin preámbulos, se sintió apesadumbrada por lo ocurrido delante de todo el mundo en el transporte. "Mi madre estaba especialmente molesta por esto, porque la percibían como algo que no era", comentaba su hija.

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"Repito, la multa es técnicamente correcta, pero lo que me viene a la mente, y lo que me enfurece, es que es más fácil para los inspectores de Autolinee Toscane impugnar una multa contra una mujer mayor, que sin duda no tiene los recursos para defenderse en el acto, que comprobar si había otros pasajeros, quizás jóvenes, que sin duda también podrían haberla impugnado, lo que complicaba mucho el proceso de cobro. Mi madre estaba muy avergonzada y no habría querido que escribiera a Autolinee Toscane, pero no podía callarme", además de señalar que había irregularidades en el informe de los revisores, sobre todo en los datos.
"El informe emitido es completamente falso porque, además del apellido incorrecto de mi madre, lo más sorprendente es que reportó una fecha de nacimiento completamente inventada, a saber, el 26 de julio de 1977. En realidad, nació en 1938, y aunque puede llevar bien su edad y parecer más joven de lo que es, está claro que no puede tener 48 años. Además, la entrada de irregularidad en disputa indica que el boleto no había sido validado, lo cual es completamente falso porque fue sellado y muestra la fecha y hora correctas", argumentando así que "los inspectores también fueron culpables de impropiedad, al menos en la redacción del informe".
Una solución para Annamaria
Unos días después, Autolinee Toscane reaccionó al revuelo que se había producido y las alegaciones de Isabella, terminando por mandarle a Annamaria un ramo de flores y un bono de 10 viajes de autobús. Gianni Bechelli, presidente de la compañía, comentó varias cosas al respecto y justificó la acción de sus trabajadores, que cumplieron con las normas. "Nuestros inspectores son funcionarios públicos. Deben hacer cumplir las normas, porque cada viajero que sube sin billete o no lo valida perjudica el transporte público y a todos nuestros clientes que pagan y validan sus billetes regularmente. Quisiera señalar que la multa no se impuso porque el billete llevara dos años sin validez, sino porque la mujer no lo validó inmediatamente después de subir, sino tres paradas después, cuando los inspectores comenzaron a realizar los controles", recoge La Nazione en otro artículo.
Todo esto se lo explicó a la mujer en una carta personal disculpándose por los males que le pudiera haber causado la situación pero justificando las acciones, reiterando que la multa se aplicó por la demora en validar el billete, no por su caducidad. Entretanto, los errores en el informe denunciados por la hija de la mujer fueron reconocidos, comentándose que el nombre que recogieron en la multa es incorrecto porque los inspectores no le pidieron su identificación y fue ella quien proporcionó sus datos personales, los cuales habrían sido malinterpretados. También la fecha de nacimiento, que se cree que la confusión se debe a un error tipográfico en la PDA.




