Casi todos cometemos estos errores al cargar el móvil y tendremos que gastar cientos de euros en baterías
Es uno de los quebraderos de cabeza más grandes con los smartphones
Móvil cargando / Priscila Zambotto
Los teléfonos inteligentes de esta generación son una fuente inagotable de horas de entretenimiento, información al alcance de la mano e interconexión, lo que hace que se hayan convertido casi en una extensión más de nosotros. Sus virtudes son muchas, tantas que los problemas derivados a tanta posibilidad ha hecho que lleguemos a ver gente con claros síntomas de adicción, sin poder pasar demasiado tiempo sin consultarlo, pero también guardan algunos inconvenientes que tienen más que ver con aspectos técnicos.
Los terminales modernos son bastante más caros que antes, aunque no tengas uno de gama alta, y las reparaciones también se tornan más costosas, pero si hay algo que es un quebradero de cabeza es la batería. Su duración suele ser el gran incordio de cualquiera que tenga un dispositivo, porque después de un tiempo de usarlo, comienza a tener mucha menos capacidad, hasta el punto que tendremos que mantenerlo enchufado varias veces al día. Parece simplemente cosa de aquello de la obsolescencia programada, pero influyen más aspectos.
Como explican en la web Centrum, muchos de los procedimientos que funcionaban con los modelos antiguos ya no sirven con los nuevos y suelen consumir mucha energía. Por ejemplo, destacan que antes existía una forma de mantener su salud que requería cargarla y descargarla completamente varias veces, pero eso no se puede aplicar en la actualidad, de hecho, aseveran que hacer esto probablemente sea el proceso más dañino para las baterías actuales. Comentan pues que los componentes con los que están montadas han hecho que cambie la experiencia con ellas.
Los consejos de "Hoy por Hoy": Hablamos de la adicción a los teléfonos móviles con la psicóloga Pilar Martínez
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
La mayoría de los smartphones actuales tienen baterías de iones y polímero de litio, y estas se ven afectadas principalmente por la degradación y el envejecimiento, independientemente del uso y la frecuencia. Simplemente perderán capacidad con el tiempo en un proceso que no se puede detener, aunque destacan que este sí se puede ralentizar hasta cierto punto, teniendo en cuenta varios aspectos, evitando acciones que están bastante interiorizadas y teniendo cuidado a la hora de hacer uso de los terminales en según qué contexto. Todo ello lo explican en más profundidad.
Evita estos errores con la batería
Para poner en contexto la primera recomendación, nos marcan que cada batería está diseñada para un número determinado de ciclos de carga completa, o lo que es lo mismo, cargarse al 100% y descargarse al 0%, siendo en los modelos modernos de unos 400 a 500 ciclos. Sin embargo, el truco aquí es que si no se restablece este ritmo, la batería durará mucho más. La clave está en la profundidad de descarga, por ejemplo, dicen que un 30% de capacidad significa una profundidad de descarga del 70%, así que conseguir poca profundidad es lo que prolonga la vida útil. El consejo es no gastar completamente las baterías ni cargarlas al máximo, siendo el rango ideal de entre el 40% y el 80%.
Más información
Pero si hay un error generalizado ese es el de dejar cargando el móvil toda la noche. En Centrum nos dicen que esto no se debe hacer bajo ningún concepto, ya que la batería alcanzará su nivel máximo en algún momento de la madrugada y desactivará la carga, algo para lo que está programado, pero el verdadero problema es que en cuanto desaparezca solo un punto porcentual, el teléfono conectado intentará recargarla inmediatamente, repitiéndose este proceso una y otra vez hasta que nos despertemos, forzando continuamente la actividad y quemando el número de ciclos antes mencionados.
La temperatura también es importante, ya que los extremos degradan la capacidad. Los dispositivos electrónicos están diseñados para un rango de temperatura específico, lo que es un problema. En verano, el calor agota mucho más rápido las baterías y también las va rompiendo, porque es muy sencillo superar la máxima especificada, llegando al sobrecalentamiento y, en casos extremos, hasta a incendios. Igualmente, el frío intenso tampoco la beneficia, pues reduce la potencia de salida y afecta negativamente su vida útil. Por eso los fabricantes advierten contra el uso a temperaturas bajo cero.
Por último, la web checa habla de otra cosa que muchas personas suelen tener, porque entra en juego el ahorro. Resulta que cargadores y adaptadores no originales, especialmente los más baratos, suponen un riesgo para la batería, ya que suelen contener componentes de dudosa calidad que no proporcionan el voltaje ni otras características necesarias. Intentamos ahorrarnos unos euros con cables o adaptadores que no son específicos, pero a la larga puede salir caro, así que quizá es mejor gastar en el presente y prevenir para el futuro. Eso sí, llevando a cabo todas estas recomendaciones de buen uso.
