Este es el motivo por el que tus hortensias se está poniendo marrones y cómo solucionarlo antes de que sea tarde
Las soluciones están en cómo tratamos y mantenemos las plantas

Hortensias / Photos by R A Kearton

Es importante tener en cuenta las características de cada tipo de planta para tratarlas correctamente y que no haya problemas. Una de las más demandadas en los jardines son las hortensias, que desatan un espectáculo de belleza que resulta totalmente atractiva, pero para llegar a ese punto esplendoroso hay que tener sus puntos débiles para poder cuidarlas bien. Como señalan en Gardening Know How, hay algunas cosas que hay que saber.
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Estas pueden ser bastante sensibles al agua, la luz solar e incluso a los bichos, pudiendo estos aspectos volver marrones las hojas o las flores sin comerlo ni beberlo. Los motivos para que pase esto suelen ser algunas enfermedades, plagas, problemas ambientales o errores comunes en el cuidado su cuidado, oscurecimiento la plántula. Aún así, hay soluciones y lo importante es poder detectarlo rápidamente, porque identificar la causa exacta podrá salvar la especie y su jardín.
"He visto hortensias marrones y marchitas revivir con los retoques adecuados, así que te apoyo con arreglos para esos impresionantes arbustos de jardín", escribía el autor del artículo, firmado por Tyler Schuster, quien explica que cultivar hortensias no presenta problemas, pero a veces los arbustos pueden ser un poco más delicados de lo que pensamos. Algunas especies lo toleran más que otras, por ejemplo, la tipología de "cabeza de fregona", detestan el calor del sol de la tarde, mientras que las de "hoja de roble" sufren si la base está demasiado húmeda. Así, el entorno es fundamental y hay seis aspectos que perjudican.

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1. Riego insuficiente
Si las hojas están quebradizas, con bordes marrones o las flores están caídas, podría deberse a poca hidratación. "Las variedades de hortensias de panícula y de cabeza de fregona, con raíces poco profundas, son las que más sufren este problema, sobre todo cuando el sol pega fuerte en pleno verano o justo después de plantarlas", escriben en Gardening Know How. Y aunque no significa que vaya a morir directamente, si pasa demasiado tiempo en ese estado, sí que podría suceder lo peor.
En cuanto a la solución, hay que revisar la tierra diariamente introduciendo el dedo unos 2,5 centímetros, y si está seca, se realiza un un riego de 2,5 a 5 cm semanalmente desde la base, aunque si hace demasiado calor se puede incrementar un poco. Si están recién plantados, se ha de regar dos o tres veces por semana hasta que se asienten del todo, para después colocar un poco de mantillo de corteza alrededor de las raíces para retener la humedad.
2. Riego excesivo
Este factor se detecta cuando vemos que las hojas se vuelven marrones y blandas, porque regar en exceso ahoga la planta. "Las hortensias de hojas grandes y lisas detestan la tierra empapada, especialmente a principios del verano, cuando sus raíces aún se están acomodando", dice Schuster, que recalca que esta situación es bastante seria porque si las raíces se pudren, puede acabar con tu arbusto. Hay que reducir la cantidad y dejar que la tierra se seque un poco, comprobando el estado con el dedo o con un medidor de humedad.
Se puede mejorar el drenaje añadiendo arena o colocando la planta en un bancal elevado. Hay que regar solamente cuando los primeros 2,5 centímetros se percaten como demasiado secos, y si las hortensias están en macetas, hay que asegurarse de que tengan suficientes agujeros de drenaje. Se el problema está bastante extendido, hay que trasplantarlas con tierra fresca y cortar las raíces podridas para que la plántula tenga un nuevo comienzo.

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3. Demasiado sol
Si tus hortensias tiene los bordes quemados y marrones en las hojas o flores que se están marchitando rápidamente, el motivo podría ser el exceso de sol. "Las hortensias de cabeza de fregona y las hortensias de encaje, con sus delicadas flores, sufren mucho, especialmente durante las olas de calor a mediados o finales del verano", aunque no es una situación sin retorno. "Las hojas pueden caerse, pero los nuevos brotes pueden recuperarse si les das sombra", comentan en el artículo, así que hay que trasladar las macetas a un lugar con sol por la mañana y sombra por la tarde, o colocar una malla de sombra.
En estos casos, es recomendable aumentar el riego en los días calurosos y prestar especial atención al marchitamiento, porque será indicativo del problema. "Las plantas más viejas se endurecen con el tiempo, así que hay que darles tiempo para adaptarse antes de matarlas", por lo que hay que encontrar un lugar adecuado para colocarlas según sus necesidades específicas. En jardines soleados, no han de plantarse variedades que necesitan demasiada sombra, es mejor decidirse por tipos como las de panícula.
4. Daños por plagas
Las hortensias con manchas marrones o una extraña telaraña en las flores y hojas pueden estar siendo atacadas por plagas comunes del jardín, como pulgones o ácaros, los cuales podrían estar devorando las hojas y causando esas reacciones. Hay algunos tipos de hortensias que atraen más a los insectos, por lo que hay que prestar atención, sobre todo en verano. Las manchas marrones causadas por este motivo pueden debilitar la planta, aunque rara vez las matan si se interviene rápidamente.
En Gardening Know How nos dicen que debemos revisar si hay residuos pegajosos o telarañas diminutas, especialmente debajo de las hojas, para proceder a limpiarlos con una mezcla de agua jabonosa de una cucharadita de jabón puro por galón de agua, así como también se puede combatir las plagas con aceite de neem, aplicándolo una vez a la semana. Si se mantiene el jardín más o menos libre de insectos, no habrá ningún problema, así que podría pensarse en algunos repelentes caseros.
5. Infecciones por hongos
Cuando las hojas tienen manchas marrones o una capa polvorienta, pero las flores están mayormente ilesas, lo más probable es que se esté produciendo una infección por hongos, como la antracnosis.
"Las variedades de hoja ancha y de roble en zonas húmedas son las víctimas habituales" de este tipo de enfermedades, que suelen intensificarse desde finales del verano hasta el otoño, debido a que el aire empieza a ser más húmero. Igualmente, esta problemática no suele destruir la planta por completo, aunque si no se actúa puede propagarse.
Las acciones que debemos realizar en esta situación es podar las hojas manchadas y desecharlas por completo, así que no hay que utilizarlas para el compost. Si se hace, se propagará la enfermedad a otras plantas al usarlo. En cuanto al riego, hay que realizarlo desde la base para mantener el follaje seco. Y si el problema continúa con estas acciones, podemos rociar los arbustos con un fungicida casero natural o un fungicida de cobre, así como podar los arbustos para mejorar la circulación el aire y así reducir la proliferación de hongos.
6. Shock del trasplante
A veces, las hojas marrones y marchitas o las flores caídas aparecen después de trasplantarlas, un problema que se detecta claramente si estos síntomas comenzaron justo después de mover o plantar las hortensias. Schuster asegura que el shock del trasplante no es un gran problema si se maneja bien y tiene solución con un poco de paciencia y buen hacer. Para ello, se ha de regar profundamente antes y después de realizar la acción y mantén la tierra húmeda durante unas semanas.
Debemos cubrir la planta con una malla de sombra durante un par de días, pues esto reducirá el estrés provocado. Además, se recomienda evitar los traslados en verano, debiendo hacerlos para más seguridad en otoño o primavera. Una vez que estamos llevando a cabo todas estas acciones, lo que tenemos es que tener paciencia y darles tiempo a que las raíces se asienten y que comience a crecer de nuevo con todo su esplendor.




