Los expertos indican las 5 plantas que debes podar en tu jardín antes de que termine este tórrido agosto
Es importante para fomentar correctamente la segunda floración
Jardinero podando / Creative-Family
El bienestar de las plantas depende de diversos factores, más allá de el típico riego o la exposición al sol, por lo que hay que tener en cuenta muchas acciones con ellas. Una de las más importantes es la poda regular, que depende de cada especie, aunque normalmente hay unas épocas que son más propicias que otras de manera general. En primavera se suelen eliminar las partes muertas y así estimular el crecimiento con el clima más relajado, mientras que en otoño se realiza para la latencia invernal, como explican en Utopia.
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Igualmente, como se ha señalado, no son los únicos momentos en los que se puede hacer el saneamiento, sobre todo si hablamos de ciertos tipos que no solo pueden soportar que se haga en esta época de calor en la que nos encontramos, sino que es lo más recomendable. De esta forma, hay algunas que es conveniente podarlas precisamente en el momento al que nos empezamos a acercar, al final del verano, porque así fomentaremos algunos beneficios para nuestras plántulas.
Hacer la poda en estas fechas puede prolongar su periodo de floración o incluso fomentar una segunda etapa, así como promover un crecimiento más vigoroso y prolongar la vida de la planta. Si bien, hay que saber bien con cuales podemos hacerlo, habiendo recogido cinco tipologías muy reconocibles en el artículo del medio alemán antes mencionado, donde han dado mucha información sobre cuándo y cómo cuidarlas de esta manera.
Rosas
Estas son altamente populares y florecen en muchos jardines, acumulando una larga tradición cultural. Eso sí, para su cuidado hay que tener presente que el tiempo de floración varía según la variedad, con aquellas que florecen una sola vez abriendo sus flores en mayo y luego floreciendo durante algunas semanas hasta julio, mientras que las que lo hacen de manera repetida tienen una segunda explosión en agosto y septiembre tras una primera en junio y julio. Es más, señalan que pueden llegar a florecer hasta octubre.
De tal forma, los rosales que florecen repetidamente han de podarse en agosto para fomentar una segunda exuberante. Para ello, se retiran todas las flores marchitas y cualquier brote débil o enfermo, pudiendo también podar los escaramujos, puesto que los frutos absorben la energía del rosal, y esto reducirá o eliminará por completo la producción de nuevas flores.
Lavanda
Es una de las plantas de jardín que puede volver a florecer a finales de verano o en otoño, por lo que con una poda en el momento justo se puede estimular y promover esta segunda floración. En Utopia señalan que sería cuando las primeras espigas florales se han marchitado por completo, lo que suele ocurrir en agosto, aunque a veces incluso lo podríamos ver a mediados de julio. Si lo hacemos en esa época, se asegura que volverá a producir nuevas flores.
Igualmente, en el artículo dicen que la lavanda se puede podar con más generosidad en primavera, pero en agosto basta con cortarla aproximadamente un tercio, quitando las flores marchitas y dejando las ramas con hojas. De esta manera se asegurará una explosión de color y aromas al menos dos veces al año, decorando el jardín con sus hermosos pétalos durante bastante más tiempo que otras plantas.
Glicina
Aquí se advierte que podarla en agosto no siempre asegura una segunda floración, aunque se recomienda para tener más posibilidades. Para controlar el crecimiento que caracteriza a esta planta perenne entre los jardineros y darle una forma más compacta, la poda es importante, ya no solo para un mejor aspecto, sino porque también promueve la formación de brotes sanos al año siguiente. El principal período de floración de la glicina comienza en mayo y suele terminar en junio.
Lo recomendable es podarla en verano, aproximadamente dos meses después de la floración, en agosto, aunque un tiempo después habrá que volver a hacerlo de cara al invierno. En el saneamiento de verano hay que retirar menos partes que en el siguiente, bastando con cortar todos los brotes laterales a una longitud de 30 a 50 centímetros. Por el contrario, en la preparación para los meses de frío se han de podar hasta que solo queden dos o tres yemas en cada brote.
Salvia
Esta hierba medicinal y culinaria produce flores bastante bonitas y vistosas entre mayo y julio, que sirven también como alimento para los insectos. Aquí se apunta igualmente que la poda principal de la salvia suele realizarse en primavera, pero es muy recomendable podarla ligeramente después de la floración, ya que al eliminar las partes marchitas y las muertas o enfermas, se promueve un mayor fortalecimiento de la planta y se le devuelve su forma original.
La poda debe realizarse antes de las primeras heladas, por lo que entra en la categoría de especies que pueden podarse en agosto, ya que hacerlo demasiado tarde puede comprometer su resistencia a las bajas temperaturas. En Utopia afirman que algunas especies de salvia ornamental producen una segunda floración, por lo que con la poda se fomentará, así como dicen que eliminar las cabezuelas marchitas puede evitar que forme semillas después del período principal de floración y se autosiembre de forma descontrolada.
Menta y melisa
Estas suelen mostrar un crecimiento especialmente importante en agosto, aunque es un factor que puede ser problemático si las plantas empiezan a crecer demasiado sobre otras hierbas del jardín. De esta forma, la poda mantiene la planta más sana y fuerte, así como fomenta el crecimiento de hojas nuevas, que son más aromáticas que las que retiramos, y podemos controlar mejor esa posibilidad de que vaya ocupando zonas no deseadas apartando a otras especies. En la menta y la melisa se pueden podar generosamente los brotes, cortándolos a unos cinco centímetros del suelo, aunque es de suma importancia que se queden al menos un par de hojas. Si no se hace así, no volverán a brotar.
