Un piloto revela el lugar de un avión que no tocaría jamás
Esta advertencia ha sorprendido en redes sociales

Interior de un avión / friasfoto

El verano trae consigo millones de vuelos en todo el mundo y, con ellos, las largas horas en cabinas donde los detalles más pequeños pueden marcar la diferencia entre un viaje cómodo y uno lleno de incomodidades. En Israel y otros destinos turísticos, un piloto muy seguido en redes, conocido como Capitán Steve, ha lanzado una advertencia que sorprendió a muchos viajeros.
“Jamás guardes objetos en el bolsillo del asiento delantero. Si quieres perderlos para siempre, ese es el lugar perfecto”, explicó. Según el piloto, lo que parece un sencillo compartimento para mantener a mano lo esencial se convierte en una trampa para gafas, teléfonos o documentos. “He hablado con infinidad de personas que se bajaron del avión y se dieron cuenta de que habían dejado algo allí. Recuperarlo es casi imposible si ya no estás en la puerta de embarque”, insistió.
La advertencia se suma a los consejos de otro veterano de la aviación, el auxiliar de vuelo Tommy Cimato, que reveló detalles poco conocidos sobre la higiene a bordo. Aunque muchos pasajeros eligen pantalones cortos para volar más cómodos, Cimato asegura que es una mala idea. “El asiento es un imán de bacterias, y los pantalones largos ofrecen una barrera de protección”, explicó. A su juicio, dormir apoyado en la ventanilla es tan riesgoso como usar ropa demasiado ligera. “No sabes quién lo tocó antes ni qué tan limpio está. Evitar el contacto directo con la piel es una medida básica”, advirtió.
El auxiliar también desaconseja tocar con las manos desnudas el botón de descarga del baño. En su experiencia, es una de las superficies más contaminadas de todo el avión. Lo recomendable es usar un trozo de papel higiénico para accionar el mecanismo.
Los consejos de estos profesionales pueden parecer simples, pero cobran sentido en un entorno en el que conviven cientos de pasajeros y donde los equipos de limpieza, aunque habituales, no siempre eliminan todos los gérmenes. En temporada alta, donde los vuelos se suceden sin descanso, pequeños gestos como usar pantalones largos o guardar los objetos de valor en otro lugar distinto al bolsillo del asiento pueden evitar más de un disgusto.




