Topa con un animal en el sendero, cree que es un zorro y acaba siendo un avistamiento realmente único

Lo que parecía un encuentro cotidiano con un coyote acabó convirtiéndose en una experiencia única para la fotógrafa de naturaleza Raychel Burke. Mientras caminaba por un sendero de montaña en el estado de Washington, un pequeño canino oscuro se cruzó en su camino. Al principio pensó que era un coyote, pero al regresar a casa y revisar sus notas descubrió la verdad: había estado frente a un zorro rojo de las Cascadas, una de las subespecies más raras y amenazadas del planeta, de la que apenas sobreviven unas pocas docenas de ejemplares.

“Me quedé impactada. Era mucho más pequeño de lo que esperaba”, contó Burke a The Dodo. “Más tarde, al comprobar que se trataba de un zorro rojo de las Cascadas, me emocioné. Como fotógrafa de vida silvestre con formación en zoología y conservación, supe que había vivido un momento irrepetible”.

Estos zorros viven únicamente en zonas de gran altitud del estado de Washington y se han adaptado a uno de los paisajes más implacables de Estados Unidos, donde la nieve puede cubrir las laderas durante meses. “Son animales inteligentes y resilientes, capaces de sobrevivir en condiciones extremas”, añadió.

En los últimos dos años, Burke y su familia han tenido la suerte de ver al mismo ejemplar en varias caminatas. “Es especial tener este vínculo, aunque sea a la distancia, con una especie tan amenazada. Tal vez no me recuerde cada vez que lo veo, pero me gusta pensar que sí”.

En una de esas ocasiones incluso lo observó cazar, aunque la sorpresa más grande llegó cuando descubrió que la zorra tenía cachorros. “Grité de alegría. Saber que había crías escondidas en la zona fue un símbolo de esperanza. Ver que la población intenta recuperarse es siempre una victoria”.

Pese a la emoción, Burke sabe lo importante que es mantener la distancia. “Una vez se sentó junto a mí para descansar y me aparté para darle espacio”, explicó. Los expertos del Proyecto Carnívoro de las Cascadas, organización que trabaja para protegerlos, insisten en que nunca se debe buscar, acercar ni alimentar a estos zorros, y que los avistamientos deben reportarse sin revelar la ubicación exacta para evitar una avalancha de curiosos.

Gracias a los esfuerzos de conservación y al respeto de los amantes de la naturaleza, aún existe esperanza de que los zorros rojos de las Cascadas sigan recorriendo los senderos nevados del Monte Rainier durante muchas generaciones.