La ciencia responde sobre si es seguro o no usar este accesorio clásico de las freidoras de aire

¿Se puede usar papel vegetal en la freidora de aire o es un error que arruina la cocción? La respuesta no viene de un chef, sino de la física.

Todo empezó como una simple discusión familiar. Una madre, experta en tomates rellenos y con convicciones inamovibles, preparaba unos crostini con orégano para su nieto. Al ir a colocar papel vegetal en la freidora de aire, su hijo la detuvo. “Si lo pones, el aire no circula bien y los alimentos no se cocinan como deberían”, le explicó. Pero ella no estaba dispuesta a dar el brazo a torcer: “Siempre lo he hecho así, ¿por qué cambiar?”.

La escena recuerda a uno de los vídeos virales del profesor Vincenzo Schettini. Allí, el docente demuestra con un sencillo dibujo que el papel vegetal bloquea la convección, el sistema que permite a la freidora de aire funcionar como un mini horno. Una resistencia calienta el interior, un ventilador mueve el aire y este rodea los alimentos, cocinándolos de forma uniforme. Si se tapa el fondo con papel, ese movimiento se interrumpe.

La clave está en fijarse en la cesta perforada: los agujeros no son casuales, están diseñados para que el aire circule libremente. El remedio es sencillo. Se puede perforar el papel vegetal en casa con un palillo o, más práctico todavía, comprar papel ya preparado con microagujeros.

El resultado contenta a todos: menos suciedad en la cesta, mejor cocción de los alimentos y, de paso, hasta madres reacias acaban reconociendo que “la física tenía razón”.