El ejército francés se adentra a 2.567 metros de profundidad y emerge con un descubrimiento arqueológico de récord
El hallazgo se encuentra en un estado de conservación excepcional


Un hallazgo histórico acaba de producirse en aguas del Mediterráneo. La Marina francesa, en colaboración con el Departamento de Investigaciones Arqueológicas Submarinas (DRASSM), ha localizado un barco mercante del siglo XVI a 2.567 metros de profundidad frente a la costa de Saint-Tropez.
El navío, bautizado como Camarat 4, se encuentra en un estado de conservación excepcional gracias a las bajas temperaturas y a la ausencia de corrientes en la zona. Estas condiciones han permitido que el cargamento se mantenga prácticamente intacto durante más de cuatro siglos.
Entre los restos se recuperaron unas 200 vasijas de cerámica vidriada, decoradas con motivos florales, cruces y un monograma religioso con las letras IHS, símbolo de Jesucristo. Este hallazgo ofrece una valiosa ventana a la vida espiritual y artística del Mediterráneo en plena Edad Moderna. Además, el barco transportaba barras de hierro envueltas en fibras vegetales, un metal estratégico en la época para fabricar armas, herramientas y materiales de construcción.
El navío también estaba armado con un cañón, lo que confirma su doble función de transporte y defensa naval en unas rutas comerciales a menudo amenazadas por piratas y conflictos bélicos.
Para el rescate, se emplearon drones submarinos, vehículos operados a distancia con cámaras 4K, mapeo 3D y pinzas de precisión, que permitieron extraer los objetos sin dañar el yacimiento. Los artefactos serán trasladados a un laboratorio especializado, donde permanecerán en tratamiento y conservación durante varios años.
“El barco hundido permaneció intacto durante las operaciones de salvamento y se salvó del saqueo gracias a la profundidad”, destacó la DRASSM en un comunicado.
Aunque el Camarat 4 se ha convertido en el naufragio más profundo jamás localizado en Francia y en uno de los más hondos del Mediterráneo, el récord mundial lo ostenta el USS Samuel B. Roberts, descubierto en 2022 a casi 6.900 metros en el Mar de Filipinas.
El hallazgo se suma a una serie de descubrimientos recientes en aguas europeas, como el de un navío del siglo XVIII frente a la costa de Irlanda que podría estar vinculado a un antiguo tesoro marítimo.




