A los 21 años empieza a dar clases y ya de niño llamaba "colega" a su profe del jardín de infancia

Convertirse en docente titular a los 21 años puede parecer un sueño, pero para un joven estudiante de tercer curso de Educación Primaria en Italia se ha hecho realidad. Desde niño supo que quería ser maestro. Tanto, que en el jardín de infancia ya llamaba “colega” a su profesor.

En declaraciones recogidas por La Gazzetta di Modena, confesó que la docencia fue siempre su vocación: “Todos los profesores que he conocido me han dejado algo. Es una profesión que sigue siendo atractiva, aunque menos reconocida que antes, incluso económicamente”.

Su trayectoria no fue lineal. Estudió en un instituto profesional de salud y asistencia social en Bolonia, aunque nunca pensó dedicarse a ese sector. Tras graduarse en 2022 con un título abreviado por mérito, explicó en una entrevista a Tecnica della Scuola que había tenido dificultades con el sistema de acceso: “El tiempo no jugó a favor del GPS. Envié meses de correos y cartas al Ministerio para que consideraran a los recién graduados, pero no fue posible. La única alternativa fue la Messa a disposizione (MAD)”.

Gracias a esa vía empezó a encadenar sustituciones. Y aunque implicaba adaptarse constantemente a nuevos contextos, colegas y metodologías, asegura que fue una etapa valiosa: “Fue sumamente formativo. Aprendí de cada profesor con experiencia y traté de sacar lo mejor de todos”.

Hoy, con apenas 21 años, ya es profesor titular. Y lo encara como una ventaja: “No hay mucha diferencia de edad entre mis alumnos y yo. Espero que esto sea positivo para crear confianza, siempre con respeto y manteniendo los roles claros. Para mí, ser docente significa ser un referente, alguien que guíe en el desarrollo de habilidades, que genere un ambiente positivo y que ayude, sin invadir, a los estudiantes a crecer y a tomar decisiones informadas sobre su futuro”.