Selecciona tu emisora

Ir a la emisora
PerfilDesconecta
Buscar noticias o podcast

Una pareja de profesores convierte su casa de 84 metros en un bosque viviente con más de 250 plantas

Llevan diez años trabajando en este proyecto

Prince y Sonia, dos profesores, llevan diez años trabajando en un proyecto tan inusual como inspirador. Su modesta casa de 84 metros cuadrados se ha transformado en un auténtico bosque bajo techo, con más de 250 plantas que conviven con peces, mariposas y aves en un ecosistema en plena armonía.

Todo empezó de forma sencilla. El humo, el polvo y la fuerte luz del sol hacían que su hogar resultara incómodo, hasta que Prince llevó a casa su primera enredadera. Esa decisión desencadenó una transformación inesperada: una planta llevó a otra, y poco a poco el espacio se convirtió en un santuario natural. Lo que en un principio fue una solución estética y funcional, acabó dando paso a una filosofía de vida.

Hoy, al cruzar la puerta, parece que se entra en un bosque oculto. La luz intensa del exterior nunca penetra; en su lugar, hay una sombra fresca y tranquila. Las enredaderas trepan por las paredes, los kokedama cuelgan como esculturas flotantes, los terrarios brillan en la penumbra y las raíces acuáticas albergan pequeños peces. Incluso las mariposas revolotean entre las hojas, y los pájaros han encontrado refugio en el follaje, estableciendo su propio hogar entre ramas colgantes y macetas colmadas de vida.

Lejos de ser un jardín decorativo, el espacio está cuidadosamente diseñado para mantener un equilibrio natural. Cada planta ha sido colocada con intención, pensando en la humedad, la luz y la relación con el resto del ecosistema. No hay azar, aunque lo parezca. Y pese a la abundancia de vegetación, lo sorprendente es que nunca han tenido que lidiar con serpientes u otros visitantes indeseados. Su truco casero consiste en rociar una mezcla de agua con queroseno en los rincones más propensos, un método sencillo que ha funcionado durante una década sin necesidad de pesticidas ni productos agresivos.

“Cada vez que salimos, visitamos un vivero y siempre volvemos con una planta nueva”, cuenta Sonia entre risas, como si ese pequeño gesto fuera ya un ritual de pareja.

Mientras otros buscan paz en resorts o escapadas rurales, esta pareja creó su propio paraíso verde dentro de casa. Lo que comenzó como un pasatiempo se ha convertido en un estilo de vida: una terapia de jardín diaria que les ofrece calma, frescor y un vínculo único con la naturaleza sin salir de su hogar. Su historia demuestra que no hacen falta hectáreas, ni grandes inversiones, para construir un refugio de bienestar. Solo constancia, amor por lo verde y una enredadera como punto de partida.

 

Directo

  • Cadena SER

  •  
Últimos programas

Estas escuchando

Hora 14
Crónica 24/7

1x24: Ser o no Ser

23/08/2024 - 01:38:13

Ir al podcast

Noticias en 3′

  •  
Noticias en 3′
Últimos programas

Otros episodios

Cualquier tiempo pasado fue anterior

Tu audio se ha acabado.
Te redirigiremos al directo.

5 "

Compartir