El truco infalible para que tus persianas no tengan polvo y queden como recién compradas
Ese polvo negro que se acumula en las persianas puede tener un origen poco recomendable

Houston Chronicle/Hearst Newspap

No es solo una cuestión estética. Ese polvo negro que se acumula en las persianas —sobre todo si vives en ciudad— puede tener un origen poco recomendable: los gases de escape de los coches. Aunque a simple vista parezca inofensivo, en realidad puede afectar a la salud de quienes habitan en casa. Y la buena noticia es que hay un truco sencillo y efectivo para eliminarlo por completo.
Limpiar las persianas no solo ayuda a que la casa luzca más ordenada, sino que también mejora la calidad del aire interior, algo especialmente importante para personas con alergias o problemas respiratorios. Además, mantenerlas limpias alarga la vida útil del material, ya sea PVC, aluminio o madera, y evita averías que pueden salir caras.
Expertos de la empresa Sistemas24horas destacan que una limpieza regular de las persianas evita el deterioro prematuro y el bloqueo del mecanismo, a la vez que reduce la presencia de alérgenos en el hogar. “Es como tener un cenicero invisible al lado de la ventana, lleno de partículas contaminantes que nadie ve pero todos respiran”, explican.
Para limpiar bien las persianas —y sin necesidad de desmontarlas— basta con seguir unos pasos muy sencillos. En el caso del exterior, lo primero es retirar el polvo con una manopla o una aspiradora. Luego, se limpian una a una las lamas con un paño de algodón humedecido en agua y jabón lavavajillas. Si hay manchas más resistentes, se puede aplicar un poco de alcohol isopropílico. Eso sí: es importante secarlas bien para evitar marcas de agua.
En cuanto al interior, el proceso es todavía más fácil. Basta con bajar la persiana completamente, aspirar el polvo acumulado y pasar un paño húmedo con jabón suave por cada lama. En el caso de las persianas de madera, se recomienda utilizar un limpiador específico para no dañar el material.
Además de mantener la casa más limpia, este tipo de cuidados puede traducirse en un ahorro importante a largo plazo: unas persianas bien mantenidas duran más, funcionan mejor y requieren menos reparaciones. Y lo más importante: ayudan a crear un ambiente más saludable en casa.




