Se jubila el piloto del vuelo más corto del mundo: "Soy tanto el capitán como el asistente de cabina"
Ha estado más de dos décadas volando de isla en isla

Dmitry Malov

Colin McAllister, de 59 años, ha cerrado una etapa única en la aviación mundial: tras más de dos décadas volando de isla en isla en el remoto archipiélago escocés de Orkney, este veterano piloto de Loganair ha dicho adiós a los cielos que le cambiaron la vida. Y lo ha hecho con una última toma en tierra en Kirkwall, donde puso fin a una carrera de más de 40.000 vuelos.
Durante estos 21 años, Colin ha pilotado el que se considera el vuelo comercial más corto del mundo, una ruta de apenas dos minutos entre Westray y Papa Westray, separadas por solo 1,7 millas. Pero para él, más allá de lo curioso del récord, lo más especial ha sido la gente.
“No solo piloteo el avión. Me encargo un poco del equipaje, subiendo y bajando gente del avión. Soy tripulante de cabina, además de primer oficial y capitán”, afirma con orgullo. “Comparto las emociones, escucho las risas, escucho los sollozos; es un trabajo muy inmersivo”.
McAllister llegó a la aviación de forma casi cinematográfica. El flechazo le alcanzó en su juventud, durante un vuelo en avioneta sobre el Himalaya mientras viajaba por Nepal. Aquel paisaje imponente le dio su “momento de iluminación”, y desde entonces no hubo marcha atrás.
Tras obtener su licencia, voló en Nueva Zelanda y trabajó en safaris aéreos en Botsuana, donde el paisaje africano lo obligaba a espantar elefantes y jirafas antes de aterrizar en pistas improvisadas. Pero, como él mismo reconoce: “No se puede vivir en el paraíso para siempre. Soy escocés y mi corazón se sentía atraído de vuelta a Escocia”.
De regreso en su tierra, se unió a Loganair y poco después se trasladó a Orkney para pilotar ambulancias aéreas y vuelos regulares entre islas, a bordo del Britten-Norman Islander, un modelo clásico de los años 60 que él define como “un tractor de los cielos”.
Durante su carrera, transportó a miles de isleños y turistas, incluidos algunos pasajeros famosos. En 2023 voló junto al elenco de The Outrun, película que se filmaba en Orkney y que cuenta con Saoirse Ronan como protagonista. El encuentro le valió un pequeño papel como piloto en el filme, que finalmente quedó en el montaje final.
Con cerca de 9.000 horas de vuelo, McAllister asegura que lo echará de menos, aunque se marcha con el corazón lleno.
“Estoy contento de haber llegado hasta aquí. No todo el mundo tiene la oportunidad de jubilarse de un trabajo que disfruta”, dice. “Cuando el avión llegue al hangar... me quedaré en la barra con una copa en la mano y una sonrisa en la cara, y estaré allí hasta que cierre el aeropuerto”.




