Una experta en plantas rescata una técnica antigua “refutada por el tiempo” para mantener las plantas hidratadas

¿Alguna vez te olvidas de regar el jardín? Pues este truco milenario puede convertirse en tu mejor aliado para mantener las plantas sanas, verdes y felices sin esfuerzo. Se trata del riego por olla, una técnica ancestral que permite que la tierra reciba agua de forma lenta, constante y eficiente, reduciendo el consumo hídrico al mínimo.

Un vídeo viral en TikTok, publicado por Art’s Nursery (@artsnursery), ha devuelto la fama a este sistema que existe desde hace más de 4.000 años. "Una solución de riego de eficacia comprobada", explican en el clip, que ya acumula miles de visualizaciones.

¿Cómo funciona el riego por olla?

La técnica es sencilla y efectiva. Solo necesitas una maceta de barro sin esmaltar:

1. Tapa el orificio inferior con masilla o silicona para que no haya fuga directa.
2. Entiérrala en el suelo, dejando solo la boca al aire.
3. Llénala de agua y cúbrela con una tapa o piedra para evitar evaporación o que entren insectos.

La magia está en la porosidad natural de la arcilla, que permite que el agua se filtre poco a poco hacia la tierra, abasteciendo de manera uniforme a las raíces de las plantas cercanas. De esta forma, se mantiene la humedad durante varios días sin necesidad de riegos frecuentes.

Un sistema ecológico y eficiente

Según estudios de la Universidad de Arizona, este método puede ahorrar entre un 60 y 70 % del agua en comparación con los sistemas tradicionales. Además, reduce casi por completo las pérdidas por evaporación y escorrentía, lo que significa que el 100 % del agua se aprovecha directamente por la planta.

Su origen se remonta a zonas áridas del norte de África, América Latina y China, pero hoy, en pleno siglo XXI, cobra nuevo sentido en un contexto de crisis hídrica y cambio climático.

Uno de los mayores beneficios del riego por olla es que hace la jardinería mucho más accesible. No hace falta estar pendiente a diario: el sistema se autorregula y puede mantener tus plantas hidratadas durante días. Esto lo convierte en una opción ideal para personas con rutinas exigentes, principiantes en el cultivo o quienes simplemente desean un jardín más sostenible.

Además, cultivar tus propios alimentos en casa tiene un impacto directo en la reducción de residuos y emisiones. Se estima que con un pequeño huerto doméstico se pueden evitar hasta 240 kilos de contaminación en una década, gracias al menor uso de envases y transporte.