Finlandia desarrolla la mascarilla del futuro y las primeras pruebas también se realizarán en España

Después de la pandemia del coronavirus, en todo el mundo se extendió el uso de la mascarilla. Esta pasó de ser un recurso infrautilizado por el público general a tenerlas con nosotros diariamente durante ese tiempo. Una vez que la alerta sanitaria se relajó, volvió a ser usada residualmente y más que nada en centros sanitarios, pero se dejó de manifiesto que quizá se necesitaban avances en ellas, para más protección y comodidad.

Esto es lo que pensaron los expertos y ahora se ha puesto encima de la mesa la que se ha denominado como la mascarilla del futuro, diseñada para ser duradera y transpirable, pudiendo usarse durante largos periodos de tiempo. El desarrollo de este producto se está llevando a cabo en un trabajo conjunto de la Universidad de Ciencias Aplicadas LAB, la Universidad Tecnológica de Lappeenranta-Lahti (LUT) y el Centro de Investigación Técnica VTT de Finlandia.

En el medio Yle recogieron las aseveraciones de algunos de los investigadores que trabajan en el proyecto, como las de Susanna Tella, de la Universidad de Ciencias Aplicadas LAB, quien aseguraba que para los profesionales, la respiración y el trabajo se volvieron más difíciles en estos últimos años, así como se han detectado problemas de seguridad asociados con el uso de las tradicionales y también dificultades para comunicarse, por ello se embarcaron en el objetivo de mejorarlas.

Tella comentaba que esta es la primera innovación significativa en el campo de la protección respiratoria en 30 años. En este sentido, Ilpo Kulmala, investigador principal del proyecto y miembro del Centro de Investigación Técnica VTT, afirmaba que se habían realizado experimentos, pero no se encontró una solución que funcione y cumpla con los requisitos. Este desarrollo tiene la financiación del programa de la Comisión Europea para reforzar la preparación de la Unión Europea ante posibles crisis.

Una innovación que se probará en España

En cuanto a esta nueva mascarilla, se puede analizar en las tres partes que la forman. La parte técnica se encuentra en la parte posterior de la cabeza, mientras que el aire fluye hacia la parte frontal a través de tubos de flujo. La parte de respiración, que llega a la cara, es de plástico transparente; y el aire se filtra mediante un filtro eléctrico, teniendo una fuente de alimentación que es una batería recargable.

Ari Känkänen, profesor titular de la Universidad de Ciencias Aplicadas LAB, comentaba que "de esta manera se pueden ver los movimientos de la boca, lo que ayuda a la audición", quien también apunta a que es muy diferente a lo que está acostumbrada la gente. "La apariencia debe ser tal que la mascarilla no asuste al usuario ni al público objetivo, por ejemplo en el ámbito sanitario". Igualmente, este proyecto de investigación tendrá una duración de cuatro años, siendo los dos primeros para el desarrollo de una mascarilla facial. Los dos años finales se someterá a pruebas prácticas.

Esas pruebas están pensadas para que se realicen tanto en Finlandia como en España, incluyendo a personal sanitario, puesto que está destinada a ser utilizada tanto por el personal de asistencia social como por los ciudadanos comunes. "El objetivo es entonces poner la mascarilla en producción y comercializarla", comentaba Susanna Tella sobre una innovación que se prevé que cambie el paradigma de la industria de mascarillas.