Los jóvenes usan ChatGPT para escribir sus CV, RRHH usa IA para leerlos y nadie consigue trabajo

La Inteligencia Artificial ha irrumpido en nuestras vidas de manera brutal. Es cierto que casi todas las herramientas digitales que hemos usado recientemente la llevaban incorporada en cierto grado para su funcionamiento, pero ahora somos nosotros los que podemos usarla personalmente en nuestro beneficio. Esto abre un gran abanico de posibilidades, viéndose como una gran ayuda en muchos aspectos, pero también está produciendo ciertos problemas que podrían llegar a ser graves.

En Developpez escriben sobre un caso que afirman que cada vez se ve más y que está degenerando en comportamientos generales complicados. Escriben que el mercado laboral está experimentando una transformación preocupante, convirtiéndose en una máquina infernal, y es que los jóvenes graduados que buscan trabajo cada vez confían más la redacción de sus solicitudes a ChatGPT y los reclutadores delegan su lectura a otras IA, mientras tanto, nadie consigue el trabajo.

Afirman que esto está tornándose en una crisis sistémica donde las herramientas que se supone que agilizan los intercambios entre la oferta y la demanda terminan paralizándolos, las empresas están publicando menos puestos, reclutando con cautela y aumentando el número de filtros automáticos, lo que está destrozando el objetivo de tener un mercado dinámico. Y el futuro en este sentido no es esperanzador, sino todo lo contrario, es posible que vaya a peor.

Presente y futuro complicados

En la web mencionan algunos casos individuales, como el de Harris, un recién graduado de la Universidad de California en Davis (UC Davis), quien ha enviado más de 200 solicitudes optimizadas con Inteligencia Artificial y ha tenido un rendimiento nulo: no ha conseguido ni una entrevista. Por su parte, Martine es asistente legal con diez años de experiencia en su sector, pero ni aún así ha tenido suerte con las solicitudes que ha mandado. Es la pescadilla que se muerde la cola, la tecnología peleándose entre ella desde dos espectros.

Los candidatos no son juzgados por sus antecedentes, experiencia ni logros conseguidos, como ocurría en el pasado reciente, sino por su capacidad para adivinar las palabras clave correctas que seducirán a los algoritmos. Esto es debido a que esas palabras clave también son generadas con IA, como la escritura de las solicitudes, así que surge la situación de que un currículum "perfectamente calibrado" escrito por un chatbot es luego clasificado y rechazado por otro chatbot que detecta lo que se asemeja al resultado de un chatbot, como escriben en Developpez. Adiós a la personalidad y la creatividad.

De esta forma, el fin principal de la IA para las empresas; la optimización, aceleración y reducción de costos, se desvanece. Explican que el volumen de solicitudes se intensifican por la automatización, a la vez que los sistemas de clasificación son más estrictos, por lo que el número de rechazos aumenta, se selecciona a poca gente y se hacen menos entrevistas. Al mismo tiempo, se crea un clima de ansiedad y malestar que no va a decaer en los próximos años, porque los expertos ya auguran una crisis social derivada de todo esto.

Dario Amodei, exdirector ejecutivo de Anthropic, hacía la estimación de que la mitad de los empleos administrativos podrían desaparecer en los próximos cinco años, mientras que Geoffrey Hinton, experto en IA, cree que podría llegarse al espectro de un desempleo masivo y duradero, pues la sustitución tecnológica llegaría a todos los sectores. Por el momento, consideran que una reducción de la contratación sumiría al mercado en "una espiral descendente, donde la falta de empleos reduzca el consumo, lo que a su vez frene la actividad, y así sucesivamente".