Este es uno de los trabajos clave para hacer en tu jardín en septiembre: es arduo pero ni los expertos se escapan de ello
En esta época hay que realizar varias tareas para prepararlo todo

Malas hierbas / Grace Cary

Llega la época en la que el calor empieza a marcharse poco a poco y el frío hace acto de presencia. Ya lo estamos notando, sobre todo en esas primeras horas de la mañana en las que una manga larga no demasiado pesada va siendo muy gratificante, así que podemos imaginar cómo otros seres vivos que no tienen esas posibilidades de abrigo también lo notan. Así, las plantas son unas que también acusan los cambios de temperatura y hay que hacer bastantes acciones en el jardín en septiembre.
Por ejemplo, en este momento es cuando tenemos que eliminar las malas hierbas, como nos indican en Le Figaro. Esas plantas indeseables hay que retirarlas para que no le coman terreno a aquellas que sí queremos que prosperen, y el otoño es una estación ideal para esta tarea porque tenemos que ir preparándonos de cara a la futura primavera. En el medio francés nos dicen que es necesario eliminarlas tanto de las plantas perennes como de las anuales, y no tiene que ver solamente por motivos estéticos. Esto lo explica Pierre-Adrien Lagneau, jardinero jefe del jardín de rosas de Truffaut.
El experto declara que "una de las tareas más importantes del otoño". "Desherbar en septiembre ayuda a eliminar las malas hierbas que aparecieron en verano, pero también impide que vuelvan a crecer con más fuerza en primavera", puesto que "si dejamos que las plantas indeseadas crezcan y realicen la fotosíntesis, crecerán más". Y para limitar su proliferación es primordial que lo hagamos en estas fechas, tanto para facilitar el trabajo primaveral como para tener un suelo limpio para los cultivos otoñales.
Beneficios de desherbar
Esto ofrece una clara ventaja para sus futuras plantaciones porque permite una menor competencia radicular para que las plantas comiencen a crecer en primavera. Lagneau dice que "las plantas indeseables son muy robustas, con un sistema radicular profundo. Se adaptan bien al suelo y buscan minerales mucho más rápido que las plantas jóvenes", así que es un desafío para estas. Por ello, el momento de eliminación es importante y debe de ser el oportuno, "de lo contrario, es demasiado tarde".
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Si lo hacen, "serán muy resistentes y se adaptarán demasiado bien al terreno. Además, se resiembran muy bien y sus raíces se extienden demasiado rápido", debiendo arrancarse los cardos cuando florecen. Además, en Le Figaro señalan que es recomendable recolectar todas las malezas no deseadas que no hayan germinado y colocarlas en el compost. Para ello se pueden calentar, que tiene el riesgo de que las semillas germinen y no estén esterilizadas, pero también hace que los gérmenes patógenos no se propaguen.
Volviendo al otoño como momento ideal, se especifica que las malas hierbas son más fáciles de arrancar porque la tierra está más suelta debido a las lluvias. Y el método manual es bastante conveniente. "La mejor técnica es en el suelo, a gatas, con una cuchilla desherbadora. Definitivamente no se debe usar una motoazada, ya que rompe la maleza. Crea tantos esquejes como trozos", dice Lagneau, señalando que hay que tener también cuidado al usar una azada, ya que solo corta la parte aérea y deja las raíces, y, sobre todo, debemos tener paciencia, más aún en los terrenos grandes que vayamos a tratar a mano, aunque también hay métodos.
Se sugiere colocar una lona negra sobre la zona a desherbar y dejarse allí durante uno o dos años para sofocar la maleza. Igualmente, para que el deshierbe otoñal sea efectivo, es necesario aplicar mantillo después, porque "la tierra cubierta es tierra próspera, y la tierra desnuda es tierra arruinada". Esto ayuda a retener la humedad por si el invierno es seco y protege del frío. "Gracias al mantillo, el jardín se reactivará con buen humus, tierra más aireada, y las malas hierbas no deseadas volverán a crecer con menos fuerza. Será posible controlarlas", insiste un Pierre-Adrien Lagneau que prefiere el mantillo orgánico, especialmente con virutas de madera de calidad y "nada de coníferas, si no, las plantas se pondrán gruñonas".




