Aplica este simple hábito en tu jardín en septiembre y en 2026 tendrás cubos inmensos de fresas jugosas
Asegura que la clave está en un sencillo paso

Marcos del Mazo

Un conocido bloguero de jardinería asegura que la clave para mejorar el rendimiento y la calidad de las fresas no está en la primavera, sino en un paso sencillo que debe hacerse solo una vez en septiembre.
“Si eres demasiado perezoso para fertilizar en septiembre, en primavera, incluso con súper plántulas y súper fertilizantes, es posible que no obtengas el resultado deseado”, advierte el autor.
El secreto: sembrar avena
El consejo es claro: tras aflojar ligeramente la tierra donde crecen las fresas, conviene sembrar avena en septiembre.“Utilizo aproximadamente 1,5 kilos de avena por cada cien metros cuadrados”, explicó el jardinero. Para lograr una siembra uniforme, simplemente esparce las semillas directamente sobre el suelo y luego las cubre con una fina capa de tierra.
Un trabajo que se hace solo una vez
Después de regar bien, no hace falta volver a preocuparse. “No corto los abonos laterales. Simplemente dejo que se congelen y pasen el invierno”, señaló. Al llegar la primavera, la avena crea una capa uniforme que protege y enriquece la tierra.
Los beneficios
El resultado, según el experto, es sorprendente:
- La tierra conserva mejor la humedad.
- Se calienta antes en primavera.
- Apenas aparecen malas hierbas.
- El suelo queda más rico en nutrientes, reduciendo la necesidad de fertilizantes adicionales.
Gracias a esta técnica, las fresas crecen más grandes, jugosas y dulces, convirtiéndose en un cultivo más productivo y de mejor calidad con un esfuerzo mínimo.




