Encuentran una langosta naranja ultra rara pero logra salvarse de salir en el menú: "1 en 30 millones"
Este hecho ha ocurrido en Estados Unidos
Anadolu
Una langosta naranja ultra rara regresó al océano frente a la costa de Long Island tras haber sido descubierta en un supermercado del norte del estado de Nueva York, donde estuvo a punto de terminar en un plato.
El ejemplar, descrito como un “hallazgo 1 en 30 millones” y bautizado con humor como Jean-Clawd Van Damme (un actor belga), fue rescatado el 15 de septiembre en un supermercado Tops, cerca de Rochester. El comprador Kyle Brancato reconoció de inmediato que se trataba de un animal especial y lo apartó para salvarlo.
“El Océano Atlántico no está cerca de Rochester, por eso entró en pánico”, bromeó John Di Leonardo, director ejecutivo de Humane Long Island, quien asesoró a Brancato en el rescate.
El animal fue mantenido en una hielera con agua de tanque hasta que los voluntarios lo trasladaron a la costa norte de Long Island. Allí fue “rehabilitado” por Di Leonardo antes de ser devuelto al mar el miércoles por la mañana.
“Le dimos una segunda oportunidad”, declaró Di Leonardo al New York Post. “Matamos unos 100 millones de langostas al año en Estados Unidos, así que el hecho de que haya sobrevivido y logrado regresar al océano es una hazaña en sí misma”.
Crueldad en los tanques de supermercado
Di Leonardo aprovechó la ocasión para criticar la industria: “Muchos países han prohibido hervirlas vivas porque es increíblemente cruel: lo sienten cada instante, tardan mucho en morir”. Según él, las langostas “mueren de hambre” desde el momento en que son capturadas y viven semanas de estrés en los tanques de los supermercados: “Se pelean, se automutilan o se canibalizan entre sí. Las gomas elásticas les causan mucho dolor”.
El activista asegura que dedica alrededor de una hora a nadar junto a cada langosta antes de liberarla, para comprobar su estado. “Muchos tienen personalidades muy diferentes”, explicó. “Algunos levantan sus garras y te amenazan, otros se alejan nadando… en dos ocasiones se acercaron a nosotros y luego se alejaron. Siempre es un placer”.
Una campaña creciente en Long Island
Di Leonardo, que asegura haber devuelto ocho langostas al mar en los últimos dos años, anima a “cualquier tienda que quiera donar una langosta para la festividad” a colaborar con su organización.
En ocasiones anteriores, langostas de Long Island han sido “indultadas” en lugares como Northport Fish & Lobster, las sucursales de Stop and Shop en Southampton y Syosset, y ShopRite en Bay Shore.
“No nos importa si son azules, marrones o naranjas”, concluyó Di Leonardo. “Quieren vivir igual”.