El truco de abuelos y abuelas que ayudarán a tus peques con sus tremendos problemas con las mates

Las matemáticas suelen ser una de las asignaturas a la que los niños y niñas tienen más temor en el colegio, de manera general, habiendo sido estigmatizadas generación tras generación, normalmente por la complejidad que tienen algunas de sus partes y las capacidades que hay que tener y desarrollar para resolver los problemas que se plantean cuando nos ponemos a estudiarlas. Sin embargo, siempre han aparecido trucos para hacérnoslas más llevaderas.

Uno de ellos fue el uso de calculadoras en clase, algo que ha sido criticado en muchos sectores, tanto que ciertos países han decidido retirarlas de las aulas. Es el caso de Francia, que con la nueva normativa para el bachillerato de matemáticas, los alumnos no podrán recurrir a esta herramienta para comprobar los resultados, como recoge Journal des Femmes, priorizando el fomento de los reflejos y la lógica al hacer los cálculos y procesos mentales sin ella.

Para ayudar a esto, llevan bastante tiempo introduciendo otro truco que tiene que ver precisamente con el fomento de esos parámetros tan favorables. En el medio francés antes mencionado explican que durante más de 10 años, se ha introducido en las aulas una experiencia única basada en un juego que combina rigor y diversión, afirmando que los jóvenes así trabajan su memoria, agudizan sus habilidades analíticas, aprenden a anticipar múltiples movimientos y a cooperar con sus compañeros.

Afirman que todas esas habilidades que desarrollarán pueden aplicarlas en sus clases de matemáticas, basándose en que estos enfoques funcionan aún mejor cuando los niños se divierten en lugar de repetir tareas. Ahora te estarás preguntando de a qué se refieren entonces, y no es otra cosa que un juego de cartas que está relacionado históricamente en muchos países con las personas mayores, es decir, dicen que es una actividad de abuelos. Se trata del bridge.

El juego de cartas para las mates

En Journal des Femmes exponen que, en 2012, el Ministerio de Educación de Francia firmó un acuerdo con la Federación Francesa de Bridge para apoyar su introducción en las escuelas, por el cual más de 10.000 docentes han recibido formación en su uso educativo. Afirman que en menos de diez minutos se comprenden las reglas básicas y se puede empezar con este juego que practican en clase los estudiantes franceses, desde primaria hasta secundaria.

Géraldine Gadé, profesora de matemáticas y fiel defensora de esta medida, manifestaba que "este juego se integra perfectamente en el sistema educativo, desarrollando habilidades multidisciplinares. Promueve la igualdad de oportunidades y estimula el cálculo mental y la memorización. También es una herramienta para resolver problemas de forma lúdica, lo que ayuda a los estudiantes a reflexionar, analizar y adaptarse. A menudo reaviva el amor por el aprendizaje; es una actividad inclusiva, especialmente adecuada para estudiantes con dificultades o discapacidades de aprendizaje".

De esta manera, con la prohibición de la calculadora en las aulas, el juego de cartas que está asociado desde hace tiempo a las generaciones anteriores, se instauró en el país vecino como una solución inesperada que también estimula el razonamiento, recupera la confianza, fomenta la cooperación y prepara eficazmente a los estudiantes para los exámenes. Como decía aquel, seguramente del bridge no se puede vivir, pero sí que se puede vivir con el bridge, que ayuda tanto a evolucionar como a divertirse, como han experimentado en los colegios franceses.