Si se te pone la piel de gallina al escuchar música, los científicos tienen un mensaje especial para ti
En los últimos años, este fenómeno ha despertado el interés de la comunidad científica

Una mujer escuchando música con su teléfono móvil. / Getty Images

Ese escalofrío que a veces recorre la piel al escuchar una canción especialmente emotiva se trata de una respuesta física y emocional que no todo el mundo experimenta, pero que para quienes sí la sienten resulta difícil de olvidar.
En los últimos años, este fenómeno ha despertado el interés de la comunidad científica. Los estudios apuntan a que las personas que sienten este escalofrío poseen conexiones más fuertes entre las áreas del cerebro que procesan el sonido y aquellas relacionadas con la emoción. Esa unión hace que la música tenga un efecto mucho más profundo en su organismo, capaz de provocar un estremecimiento real y visible.
Más allá de la reacción física, el escalofrío parece estar ligado a la personalidad. Las investigaciones muestran que quienes lo experimentan suelen destacar por su mayor empatía, creatividad y apertura a nuevas experiencias. En resumen, este tipo de respuesta estaría revelando un perfil emocional más sensible y receptivo a los estímulos artísticos.
Aunque pueda parecer algo extraño o exclusivo, lo cierto es que es bastante común: aproximadamente la mitad de las personas ha sentido alguna vez este escalofrío musical. Sin embargo, para la otra mitad, la música no llega a provocar reacciones tan intensas, lo que pone de manifiesto hasta qué punto cada individuo puede vivir de manera distinta la conexión entre sonido y emoción.
Este contraste ha llevado a los científicos a subrayar que el escalofrío es una muestra de la diversidad en la forma en que procesamos la música y las emociones. Para unos, una melodía puede ser un simple acompañamiento sonoro; para otros, un detonante capaz de activar el cuerpo y la mente al mismo tiempo.




