La mujer se da cuenta de que su perro se estresa volando y activa el plan "crucero de lujo" para trasladarlo
Muchos perros sufren estrés cuando se trata de hacer un viaje largo

Un crucero. / Holger Leue

Muchos perros suelen sufrir estrés cuando se trata de hacer un viaje largo. Esta es una de las principales preocupaciones que tienen los dueños de dichas mascotas cuando quieren organizar sus vacaciones.
El caso de Joyce Chan, una mujer asiática, no es la excepción. La protagonista tuvo que mudarse el pasado mes de mayo de los Estados Unidos al Reino Unido. A Chan, al igual que a su perro, le encantaba vivir en América, pero el hecho de que su pareja viviese en Europa, le llevó a tomar la decisión de mudarse. Y con ella, su perro Charlie.
Uno de los mayores temores de Chan era el estrés al que iba a estar sometido su perro si tenía que hacer un viaje tan largo en avión. Por ello, encontró la solución perfecta: un crucero de lujo.
"Cuando inicialmente analizamos cómo transportar a Charlie a Londres, barajamos varias opciones", aseguró. "Creo que la más obvia era llevarlo en avión".
El problema es que Charlie es un perro grande (un labrador), lo que complica que viaje debajo de un asiento en un avión comercial y tenga que hacerlo en una jaula en la bodega de carga.
"Se oyen historias de vez en cuando sobre malas experiencias con perros viajando en carga", continuó Chan. "Me alegra que los perros tengan una buena experiencia, pero si hubiera otra opción que nos permitiera evitarlo, sin duda nos habría entusiasmado más hacerlo".
Fue entonces cuando descubrió la posibilidad de viajar en el Queen Mary 2: un crucero de lujo que ofrece viajes de una semana desde Nueva York hasta Reino Unido. De este modo, Charlie podría viajar mucho más cómodo que en la bodega del avión, ya que dicho barco cuenta con una jaula con capacidad para hasta 24 mascotas por viaje.
Esto hizo que Chan se decidiese de inmediato a elegir esta opción para realizar su cambio de vida. El billete del animal costó alrededor de 1.700 euros. El precio se vio incrementado al tener que reservar dos plazas en vez de una, debido al tamaño de Charlie. El viaje completo, sumando la reserva de Chan, tuvo un costo de alrededor de 3.000 euros.




