Una ingeniera civil alerta de la dependencia al coche: "Los niños se han convertido en rehenes de sus padres"

La movilidad, la distribución y la salud urbana van mucho más allá de tener unas infraestructuras bonitas o modernas, teniendo también que ser funcionales y hacer más fácil la vida de los ciudadanos. Este tema es de suma importancia porque afecta más de lo que podríamos pensar en el bienestar físico y mental de las personas, como destacaba recientemente Paula Teles, ingeniera civil y presidenta del Instituto para Ciudades y Pueblos Impulsados ​​por la Movilidad, en el podcast Mobi Boom del medio portugués Expresso, donde abordaron asuntos como la salud, la movilidad o la inclusión.

En este, la experta lusa argumentaba que la calidad de vida en las ciudades depende en gran medida del espacio público, ya que "necesitamos comodidad, inclusión, jardines, infraestructura verde para bajar las temperaturas y brindar calidad y confort térmico", pero esto no se limita solamente en tener muchos o grandes jardines, sino que todo cuenta, haciendo hincapié en una de las acciones que más se han extendido en las últimas décadas, la tala de árboles en estos lugares, lo que considera un absoluto error. Pero no solamente de plantas, árboles y jardines depende el bienestar de los ciudadanos, sino que hay que cuidar otro aspecto relacionado.

"La salud mental es tan importante como la salud física. Y para tener una buena salud mental, debemos vivir juntos; no podemos aislarnos. Una ciudad nunca aísla a las personas si cuenta con buenos espacios públicos", explicaba Teles, quien advertía que ese mencionado aislamiento, agravado por la dependencia del coche y los viajes excesivos son una lacra extendida que está haciendo que las personas nos veamos en un estado crítico sin pensarlo desde muy temprana edad, lo que creará problemas futuros aún más grandes de no ser atajados como se debe.

Explicaba que "los niños se han convertido en rehenes de sus padres, creciendo en el asiento trasero del coche", y es que considera que esto hace que lleguen a la escuela "sin autonomía, con problemas de salud mental, porque están aislados". Para paliar esto, apuesta por ciudades unidas, donde la gente pueda vivir, trabajar y estudiar a poca distancia, es decir, "se trata de reducir las distancias". Comenta que está totalmente en contra de los viajes excesivos, porque "necesitamos estar en un entorno más acogedor y más cuidado", y "los desplazamientos diarios excesivos conllevan problemas de salud".

Un ejemplo en España

Dentro de todo este asunto, también aboga por la necesidad imperiosa de que los mandatarios se formen y tengan empatía con lo que llama alfabetización urbana, acercándose a las personas, porque "necesitamos alcaldes cercanos a la gente y que expliquen a los ciudadanos el impacto de una ciudad donde se pueda caminar, ir en bicicleta y socializar", yendo esto mucho más allá de lo que es estrictamente un terreno de la salud, porque la ingeniera dice que esto se trata también de "sostenibilidad y de combatir el cambio climático".

En este sentido, dejó algunos ejemplos en los que se están llevando a cabo acciones y proyectos que deberían ser inspiradores para otros emplazamientos en el mundo, destacando el caso de Pontevedra. Escribían en Expresso sobre el municipio gallego que el compromiso con una ciudad para las personas ha resultado en cero muertes en espacios públicos y una comunidad más feliz y saludable, porque según Paula Teles, "con muy poco dinero es posible cambiar la mentalidad y lograr una ciudad más humanizada".