El curioso caso de la isla española "de belleza inigualable" que tiene más gatos que personas

Que España es uno de los destinos turísticos veraniegos más deseados por los extranjeros es una realidad. Cada año, las costas e islas de nuestro territorio se abarrotan en busca de nuestra extensa gastronomía, cultura, buen tiempo, sol y fiesta, teniendo en mente cuando pensamos en ellos a emplazamientos principales y concurridos de las Islas Canarias, Baleares y las zonas costeras del Mediterráneo. Sin embargo, hay muchas otras partes más desconocidas que tienen un encanto especial y que no pasan desapercibidas fuera de nuestras fronteras.

En la web Ieidiseis se hicieron eco de un lugar que les ha fascinado, el cual comentan que está cerca de Alicante, una pequeña isla llamada Tabarca. Esta se extiende a lo largo de 1.800 metros y tiene una población permanente bastante escasa, de tan solo 50 habitantes, lo que es una oportunidad de paz paradisiaca que es muy reclamada sobre todo por visitantes de países en los que el bullicio y el estrés de la rutina diaria puede sobrepasarles. Esta moderada cantidad de residentes, además, le otorga varias etiquetas en forma de estadísticas.

Explican en el artículo que es la isla menos poblada de España, pero eso no es todo, sino que un estudio publicado en 2023 demostró que hay el doble de gatos que de personas. En esta investigación determinaron que "Tabarca está incluida en la Red Natura 2000 debido a su valor ambiental y a las poblaciones de aves", y destaca que "la densidad general de gatos está entre las más altas registradas (308 gatos/km²), y varía entre el área urbana (1084 gatos/km²) y el área de matorral deshabitada (27 gatos/km²)". Todo esto ha llamado la atención, habiendo escrito en Ieidiseis que es "un lugar con un patrimonio natural y cultural inigualable" que "consigue mantener su autenticidad".

Igualmente, decenas de barcos llegan allí regularmente y muchas de las casas de la zona se han convertido en Airbnb, todo propiciado por el incipiente turismo que empieza a atraer y que, en datos estimados en el artículo, sería de entre 6.000 y 10.000 turistas durante la temporada alta. Sin embargo, la isla se vacía en invierno y ahí aparecen los problemas para los lugareños que se ven algo desamparados y aquejados de las pobres infraestructuras sanitarias de las que disponen, así como de las pobres visitas de embarcaciones con recursos varios que sí aparecen en verano.

Una isla con muchas raíces

En el medio griego repasan su historia, comentando que esta es muy rica y que su nombre original fue el de Nueva Tabarca, herencia proveniente de África. Y es que entre el 1500 y el 1800, en el norte de Túnez había una isla llamada Tabarka, la cual era famosa por su coral rojo, pero su desenlace fue algo trágico. En el siglo XVI, la familia Lomelini, procedente de Génova (Italia), obtuvo permiso de las autoridades locales de la isla para extraer el coral, relataban en el escrito, lo cual fue un impulso económico y el reclamo para que muchos italianos genoveses se establecieran allí de forma permanente, llegando a tener una población de 2.000 habitantes a mediados del siglo XVIII.

El problema vino cuando el bey otomano de Túnez se percató de la prosperidad de la isla y quiso aprovecharse de los beneficios del comercio del coral rojo, por lo que en 1741 conquistó Tabarka y expulsó o esclavizó a los residentes. Muchas personas de Tabarka se exiliaron y establecieron en Cerdeña y España, con algunos recalando en una isla que llamaban "Illa Plana" (isla plana), pero que sería renombrada después como Nueva Tabarka. Los soldados levantaron la ciudad a través de un plan urbanístico que aseguran que aún posee y la hace un lugar muy pintoresco, con casas de estilo tradicional, calles que conducen todas a la plaza principal y murallas que rodeaban la ciudadela. Ya en 1986 fue el primer parque marino protegido de España.