Los expertos alertan de los riesgos del wifi en una casa con niños: peligro invisible pero confirmado por estudios
Todo está relacionado con la radiación electromagnética

Wifi / Liudmila Chernetska

Las nuevas tecnologías se han desarrollado en los últimos años de manera fulgurante, dejándonos una hilera casi interminable de productos y servicios que, en gran medida, nos prometen hacernos la vida más sencilla. Ya sea para bienestar o entretenimiento, la gran mayoría de las personas tienen dispositivos electrónicos en sus casas, tanto para hacer las tareas del hogar, ayudarnos a hacer los quehaceres diarias o para aportarnos algo de ocio personal. Sin embargo, hay quienes advierten de ciertas contraindicaciones en su utilización.
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Como todo, los riesgos vienen del uso excesivo y de la acumulación. En Workenter abordan este tema en un artículo donde hablan sobre el posible riesgo invisible para la salud por la exposición a campos electromagnéticos (CEM), los cuales explican que provienen de electrodomésticos, teléfonos móviles, redes wifi y rúters inalámbricos, los cuales suelen estar activos todo el tiempo. Apuntan que esta radiación electromagnética, en una exposición excesiva, podría tener efectos negativos en el desarrollo físico y neurológico, sobre todo en cuanto a los más pequeños se refiere.
Citan a la Organización Mundial de la Salud (OMS), quien aseguran que han clasificado este tipo de radiación en la categoría 2B, es decir, la que apunta que es "posiblemente cancerígena para los humanos". Y es que, al parecer, las mediciones en espacios domésticos habrían arrojado niveles que son múltiplos de los valores recomendados internacionalmente, especialmente en aquellos lugares donde se ubican rúters wifi, monitores de bebés, teléfonos móviles o dispositivos inteligentes, lo que provoca que se produzca una exposición acumulativa que roza los límites seguros.
Peligros para los niños
Quienes estarían más expuestos a los CEM serían los niños, dado el hecho de que aún no se han desarrollado del todo y sus sistemas nerviosos no son tan fuertes como los de los adultos, pudiendo llegar a tener problemas que afecten a la concentración, la memoria o el sueño tras una exposición prolongada, habiendo indicios de relación con cambios de comportamiento o aumentos en los grados de estrés. En este sentido, citan a la Agencia Europea del Medio Ambiente, que habría lanzado algunas advertencias.
Los infantes que están expuestos constantemente a altos niveles de radiación electromagnética tienen más dolores de cabeza, insomnio y fatiga, añadiéndole que un uso excesivo de móviles y tabletas desde que son pequeños es considerado como un factor de riesgo para el equilibrio hormonal y un desarrollo cerebral adecuado. Para evitar estos problemas, recogen una serie de recomendaciones para protegerlos dentro del hogar, tan solo llevando a cabo algunas acciones fáciles:
- Apagar el wifi cuando no lo usamos, especialmente por la noche
- No colocar rúters, teléfonos móviles o inalámbricos cerca de las camas
- Usar preferentemente conexiones cableadas a inalámbricas
- Limitar el uso de móviles por parte de niños y adolescentes, sobre todo antes de acostarse
- Elegir dispositivos con baja emisión de radiación y evitar su uso continuo en espacios cerrados




