En 1975, la pesadilla de todo conductor fue enterrada; en 2025 reemerge con todos sus problemas
Un clásico escondido durante medio siglo

Imagen de archivo de un coche antiguo / Tramino

Hay algunos vehículos que son conocidos por su fiabilidad y buen rendimiento, siendo de los más elegidos por los consumidores aunque estos tengan algunos años. Ya sea por su resistencia, potencia, acabados o por lo vistosos que son, destacan sobremanera y, normalmente, tienen un buen éxito en el mercado, también apoyado por las buenas referencias de los compradores. Sin embargo, en el otro lado de la moneda encontramos otros que son todo lo contrario: no terminaron de salir bien y tienen muy mala prensa, en general.
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Entre ellos está el Chevrolet Vega, que como cuentan en la web Meinmmo, se presentó como un modelo subcompacto que el por entonces presidente de General Motors, Jim Roche, aseguró que competiría con el Volkswagen Beetle, muy popular en la década de los 70. Precisamente el competidor del Beetle se lanzó en 1970 con el objetivo de también rivalizar con los pequeños coches japoneses y europeos, pero el tiro salió por la culata y rápidamente se ganó la mala reputación de ser un utilitario con problemas de fiabilidad y fallos de diseño.
Y parece que era real. Tuvo una producción demasiado rápida y hubo recortes de costos, lo que provocó que muchos vehículos salieran de fábrica con paneles de carrocería desalineados, componentes faltantes o defectuosos, y materiales de calidad inferior, convirtiéndose en una pesadilla para el conductor, como destacan en Autoevolution. En 1972, se hicieron tres retiradas masivas del Vega y para mayo de ese año informaron que seis de los siete modelos disponibles se vieron afectados. En la web mencionada relatan algunos de los problemas que tenían:
- Las contraexplosiones del motor podían dañar el silenciador, calentar el tanque de combustible cercano, provocar que se expanda y se dañe, así como crear un peligro de incendio.
- Los soportes defectuosos en el sistema de control de emisiones podían bloquear la válvula del acelerador en la posición abierta, obligando al conductor a apagar el encendido mientras conduce.
- En algunos modelos, el eje trasero se separó del vehículo, provocando que las ruedas se cayeran y cayera sobre su suspensión trasera.
- Los sellos del vástago de la válvula de mala calidad podían agrietarse y fallar, causando fugas de aceite en la cámara de combustión, generando un consumo excesivo, humo azul en el escape y un mayor desgaste del motor.
- El sobrecalentamiento provocaba deformaciones en los bloques del motor, fugas y fallos internos catastróficos, incluidos motores que prácticamente se "derretían" por dentro.
Una cápsula del tiempo
Todo esto viene dado por la historia del comerciante Harold Davis, quien en 1975 construyó lo que denominó como una cápsula del tiempo gigante donde se metieron casi 5.000 objetos cotidianos, un coche y una motocicleta. Esta ha estado sellada durante 50 años, pero ahora se ha abierto y se ha dejado al descubierto todo lo que esconde, habiendo un sinfín de tesoros de la década de los 70, como se puede ver en el reportaje que hicieron en la cadena de televisión KLKNTV. Y entre todos ellos, el vehículo que había allí guardado era un Chevrolet Vega, el que está considerado como uno de los peores coches de su época.
Lo curioso es que, aunque la producción del Vega se interrumpió definitivamente en 1977 por todos sus problemas, el que rescataron de la cápsula de Davis estaba en muy buen estado medio siglo después de sellarse, como se puede observar en el vídeo. Aún tiene un buen color amarillo brillante, los neumáticos siguen inflados y su interior está bastante correcto. Eso sí, en Meinmmo señalan que, seguramente, esto se deba más a la buena construcción del lugar donde se guardó, porque el comerciante desarrolló un sistema de ventilación especial para la conservación óptima de todos los objetos.
Igualmente, el Vega está listo para una segunda vida, de hecho, la familia dueña del vehículo espera poder pasear en él durante el desfile del 4 de julio del próximo año, así que tendrá que aguantar un poco más, ahora en libertad. Mientras tanto, el resto de objetos sellados en la cápsula se devolvieron a sus propietarios originales o sus descendientes, pudiendo así recordar o descubrir un pedacito de la historia y cómo era la vida en aquellos años 70.




