Un guía topa con el cocodrilo de 3,3 metros en una situación anómala: "Si no eso no es un juego, no sé qué es"
Su comportamiento anómalo llamó la atención

Cocodrilo / Lea McQuillan / 500px

Los cocodrilos son animales imponentes que causan tanto temor como fascinación. Su tamaño, sus ojos amarillos y sus fauces llenas de amenazantes dientes son el caldo de cultivo para que las personas tengamos reticencias hacia ellos, pues el peligro de que pase alguna desgracia si los tenemos cerca es real. Sin embargo, su comportamiento puede variar según la zona o el ejemplar del que se hable, porque aunque tienen características comunes, como pasa con otros animales, cada cual tiene su personalidad y forma de actuar.
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En Queensland (Australia), los cocodrilos son una especie protegida que es reconocida por su paciencia y sigilo, como apuntan en The Dodo. No pueden respirar bajo el agua, aunque sí aguantan hasta una hora en sus profundidades, normalmente buscando algo que llevarse a la boca. En cuanto a los que se encuentran en el norte de Australia, explican que suelen pasar el tiempo moviéndose entre ríos, pantanos y la costa con el objetivo de alimentarse o buscar pareja, y como todos, si se sienten amenazados no dudarán en atacar. En este sentido, hay uno en concreto que se comporta de manera algo diferente por esos lares.
David White, propietario y operador de Solar Whisper Wildlife Cruises, ha pasado casi todos los días durante los últimos 28 años pasándose por el río Daintree, habiendo visto casi de todo, pero no hace mucho dio con una hembra bastante curiosa. A esta le han puesto el nombre de Dusty Rose, que como nos dicen en el medio antes mencionado es una formidable cocodrilo de 3,3 metros con brillantes ojos verdes y un carácter combativo que durante décadas ha patrullado el río protegiendo ferozmente su territorio. Pero además de ese sentido de 'propiedad', tiene otros hábitos algo más tranquilos.

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El juego del cocodrilo
Según relatan en el artículo, Dusty, que dicen que podría tener alrededor de 50 años, ha tenido que lidiar con muchas situaciones, como las que le han llevado a tener que pelear con otras hembras que se acercaron a su compañero macho, Scarface, a quien tiene tanta fidelidad y apego que incluso se enfrentó a otro cocodrilo que la pretendía, pero ella solo tiene ojos para su 'pareja'. White comentaba a The Dodo que "no le teme a la lucha", pero lo más inusual en este aspecto es que "las hembras golpeen a los machos. Así que es una guerrera muy valiente".
Vemos que es un ejemplar curioso, tanto que en su tiempo libre también tiene algunas aficiones. David se encontró con algo totalmente llamativo uno de los días cuando pasaba por el río, así que se detuvo a observar. La hembra parecía que estaba divirtiéndose con algo que tenía sobre ella, y al pararse a investigar vio que era una pluma. "El objetivo parecía ser colocarlo delicadamente sobre su hocico", escribió White en una publicación de Facebook, consiguiendo que se quedara ahí, aunque cuando se volvía a caer, volvía a moverse con fuerza para colocarla de nuevo.
"Si eso no es un juego con objetos, no sé qué es", manifestaba el autor en el post de redes sociales, que a pesar de que nunca había visto algo así, tiene la sensación de que eso no significa que nunca suceda, porque parecía que Dusty Rose estaba acostumbrada a hacerlo, y dado el entusiasmo que tenía por la pluma, el experto convenía en que es probable que haya jugado con "juguetes" antes, dejando en claro que, aunque con un aspecto intimidante y unas peligrosas mandíbulas, al final no deja de ser un animal y se puede comportar como cualquier otro.




