Mejoran la batería del futuro que potenciará hogares enteros y hablan de revolución arquitectónica inminente
Un avance que puede suponer un antes y un después

Ilustración sobre la construcción de casas / Catherine Falls Commercial

Estamos acostumbrados a las construcciones que tenemos en las ciudades, con imponentes edificios y carreteras que nos sirven para vivir y movernos con tranquilidad, todo ello levantado con materiales de construcción que en la actualidad vemos como normales y a los que nos hemos acostumbrado, pero hay innovaciones también en este sentido. Y es que vemos cómo la ciencia avanza en todos los sentidos y ahora nos encontramos con un nuevo tipo de hormigón que los expertos dicen que pronto podrían servir como baterías gigantes capaces, tal y como recoge The Independent.
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Estas serían capaces de alimentar hogares y vehículos eléctricos cuando su desarrollo llegue hasta el fin último que esperan. Esto viene del descubrimiento que hicieron en 2023 los científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), un sistema de almacenamiento de energía de próxima generación que, al parecer, han conseguido evolucionarlo para que sea 10 veces más potente. En el artículo del medio antes mencionado explican que una casa promedio que necesita alrededor de 5 metros cúbicos de material (que es el volumen normal de una pared de sótano), así que con esto se podrían satisfacer sus necesidades energéticas.
Esta batería de hormigón combina cemento, agua, negro de carbón y electrolitos, creando lo que llaman nanored conductora en su interior para almacenar y liberar energía eléctrica. Admir Masic, codirector y profesor asociado de ingeniería civil y ambiental en el MIT, apuntaba que "una clave para la sostenibilidad del hormigón es el desarrollo de 'hormigón multifuncional', que integra funcionalidades como el almacenamiento de energía, la autocuración y el secuestro de carbono", llegando a esta idea bajo la premisa de que, si "el hormigón ya es el material de construcción más utilizado del mundo, ¿por qué no aprovechar esa escala para crear otros beneficios?"
De esta forma, el equipo encargado de este avance logró mejorar la densidad energética del material reconstruyendo la nanored conductora a través de la manipulación y experimentación con diferentes electrolitos, hasta que encontraron el método óptimo para un almacenamiento energético que, como aseguran en The Independent, tiene el potencial de ampliar masivamente la operación de energía renovable, con edificios equipados con paneles solares capaces de operar completamente fuera de la red. Una auténtica revolución.
Cargas inspiradas en la antigüedad
La idea de experimentar con materiales de este tipo les viene de los antiguos romanos, los cuales empezaron a realizar sus grandes obras de la construcción con hormigón, lo que fue una revolución que el tiempo ha dejado claro que fue acertada, pues aún conservamos las grandes edificaciones que levantaron hace miles de años, siguiendo en pie sin necesidad de refuerzos, como argumentaba Masic, que también manifestó que "si mantenemos su espíritu de combinar la ciencia de los materiales con la visión arquitectónica, podríamos estar al borde de una nueva revolución arquitectónica con hormigones multifuncionales como el ec3", nombre del nuevo producto.
Una vez llegadas a estas conclusiones, los investigadores trabajan en sus posibles aplicaciones en carreteras y espacios de estacionamiento que podrían servir cargar vehículos eléctricos y nutrir a los hogares, como se puede leer en el estudio que publicaron en la revista científica PNAS, titulado 'Supercondensadores de cemento de carbono de alta densidad energética para almacenamiento de energía arquitectónica'. James Weaver, coautor del artículo, expresó que "lo que más nos entusiasma es que hemos tomado un material tan antiguo como el hormigón y hemos demostrado que puede hacer algo completamente nuevo", abriendo la puerta a "una infraestructura que no solo sustenta nuestras vidas, sino que las impulsa".




