Una familia de 7 revela su estrategia para mantenerse a flote: "El desafío de la semana sin gastar"
Tienen un método para no sufrir financieramente
Mujer haciendo cuentas / d3sign
Llegar a final de mes siempre es un reto porque los precios de prácticamente todos los productos han subido bastante en los últimos años y los sueldos no lo han hecho al mismo nivel. Esto se ve en casi todos los hogares, pero quienes más lo notan son las familias numerosas, que tienen que hacer auténticos encajes de bolillos para poder alcanzar un bienestar óptimo para todos, y aunque vayas más o menos al día, cualquier inconveniente puede hacer un descuadre importante en el balance cotidiano. De esta forma, la frase de "apretarse el cinturón" cobra aún más sentido.
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Y esto es precisamente lo que hace una familia de siete miembros que ha contado su experiencia en Business Insider con motivo de las acciones que llevan a cabo para poder hacer frente a los problemas financieros que llegan sin esperarlos. Básicamente, lo que han instaurado en sus vidas es el sacrificarse a corto plazo para poder vivir bien en el largo plazo. Lo cuenta en primera persona Alexandra Frost, madre de cinco hijos que cuenta cómo surgió todo después de que terminaran "una remodelación enorme del lavadero" que afectó un poco a su presupuesto. "El contratista estaba dando los últimos retoques al suelo. Arrancó un trozo de madera y encontró moho negro cerca del refrigerador debido a una fuga, y siguió encontrando más y más, a través del suelo hasta el sótano", escribía.
Esto tenía que sumarse a los ya innumerables gastos fijos que tienen cotidianamente, pero tienen una estrategia para poder llegar a final de mes: "Cuando la vida nos depara algo, recurrimos a nuestra estrategia habitual, que hemos gamificado para nuestros hijos: el desafío de la semana sin gastar". Esa es la forma en la que pudieron cubrir los miles de euros de gastos de las reformas que tuvieron que hacer en su vivienda, y viendo los buenos resultados, es algo que ya han instaurado en su rutina cada vez que tienen por delante cierta dificultad económica o necesitan ahorrar algo de dinero.
Nada de lujos, solo lo necesario
Frost explica que cuando su presupuesto se ajusta, "toda la familia reduce sus gastos durante un tiempo determinado. Puede durar una semana o solo unos días", algo a lo que han llamado "mantener el límite", que normalmente tiene que ver con el saldo de la tarjeta de crédito. "Funciona mejor con un objetivo claro y un final a la vista, como por ejemplo unos días antes del final del ciclo de una tarjeta de crédito, cuando estamos contentos con lo que hemos gastado", si bien, no es que tengan un gasto cero, sino que compran solamente lo que realmente necesitan, como la comida, "pero nada de extras".
Por ahora todos los miembros de la familia están unidos en este propósito, aunque la protagonista no sabe cuánto durará esa alegría de hacer un esfuerzo. "Quién sabe durante cuánto tiempo más nuestros cinco pequeños hijos seguirán pensando que esto es divertido, pero por ahora, es una estrategia que nos salva la vida cuando una fuga en el refrigerador o una factura médica amenazan nuestra paz financiera", argumentaba Alexandra, quien da ejemplo eliminando durante un tiempo su capricho de ir por las tardes a la mejor cafetería de la ciudad donde viven. Es lo primero que pospone para mejores tiempos.
Otra de las cosas que eliminan son las compras por internet, porque "Amazon siempre supone un gasto considerable en casa: desde detergentes hasta ropa interior, papel higiénico, toallas de papel y grapadoras", y aunque hay cosas que adquieren mediante este método que son bastante esenciales, "cada vez que entro en la aplicación, el total llega rápidamente a 75 dólares", por lo que evitan entrar en este sitio y se limitan a adquirir solo lo esencial. Comenta que suelen comprar lo mismo una y otra vez para la compra semanal, lo necesiten o no, "pero durante las semanas en que no gasto, reduzco la compra a lo que realmente necesitamos". Esto hace que revisen mejor la despensa y los armarios para aprovechar lo que tienen de más de otros momentos más boyantes.
Pepe Pérez Sirvent, Asesor Financiero
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"Como consecuencia, por fin podemos aprovechar al máximo la caja de pasta o usar las patatas fritas que menos les gustan a los niños y que no se han comido", y es que Frost asegura que se nota "más creativa en los días que no gasto". Ejemplifica esto contando que una vez envolvieron un regalo de cumpleaños con una bolsa navideña que tenían por casa, ahorrándose el papel típico, o se ponen a hacer batidos con fruta que se está echando a perder: "Hay algo inmensamente gratificante en aprovechar lo que ya tienes". Y es algo que incluye a toda la familia, a sus hijos también, a los que les gusta participar intentando encontrar maneras creativas de hacer cosas gratis durante esas semanas. Pero lo más importante es tener lo básico cubierto, por supuesto.
Explica que se aseguran de nunca carecer de recursos durante esos descansos. "Si alguien necesita un par de zapatos de emergencia, les digo: 'Claro, hablemos de ello la semana que viene cuando me paguen un poco más'", lo cual dice que ayuda a sus hijos porque así "están un paso más cerca de ser adultos capaces de tolerar la gratificación postergada", además de fomentar la colaboración. Alexandra Frost hace una reflexión final sobre todo esto, puesto que siente que "los días y semanas sin gastar nos muestran inesperadamente lo que es realmente importante y lo que realmente necesitamos: conexión e intención".
