Un psicólogo infantil explica por qué los niños de 2 o 3 años de repente dicen "no" constantemente
Conductas comunes que pueden irritar, pero tienen un significado

Niño enfadado / Catherine Falls Commercial

La crianza es una de las cosas más difíciles a las que seenfrenta el ser humano, sobre todo en las primeras etapas de la misma. Como recoge iefimerida, convivir con un niño menor de tres años es como hacerlo con un explorador en su propio planeta, porque está empezando a conocer todos un entorno que le es desconocido. Esto puede llegar a ser un caos, porque sus ansias de conocimiento y esa curiosidad extrema le lleva a tener conductas que nos pueden parecer que no solo son lógicas, pero todo lo contrario, son absolutamente vitales para un correcto desarrollo.
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Así lo explicaba el psicólogo infantil Roger Harrison en NPR, determinando que todo lo que hacen los niños hasta los tres años no es un pulso a la paciencia de los padres, sino que forma parte de un proceso evolutivo instintivo para construir su propia identidad. Esto es debido a que los cambios rápidos en el comportamiento y las emociones son estructurales en la vida de un niño entre los 12 y los 36 meses, por lo que todo en su ideario puede cambiar de la noche a la mañana y casi sin razón, a raíz de arrebatos que no lo son tanto. El experto dice que no es hasta los dos o tres años cuando se da cuenta de que no es "mamá ni papá", sino "alguien especial", naciendo la necesidad de establecer sus límites.
El "no" constante
Hay un proceso recurrente al que le llama el "¡NO!", que aunque parezca lo contrario, no es que simplemente esté siendo negativo o intente provocarnos, por el contrario, es su primer grito de autodeterminación. Cuando dice "no" a cosas que supuestamente quiere, está experimentando por primera vez con el habla en primera persona, porque "el niño está diciendo: ¡Mírenme! ¡Tengo una opinión! ¡Puedo decidir!", asegura Harrison, quien puntualiza que esto no significa que los padres deban ceder cada vez que lo diga, sino que deben entender que no es un desafío, es una oportunidad para guiarlos.
Todo es "mío"
La posesión es algo que aprenden los infantes y de repente todo lo consideran suyo, pero el experto nos da una explicación hacia esto que lo aleja del egocentrismo entendido por los adultos, teniendo más que ver con una exploración de los límites. Con el concepto de "mío", el niño inicia una extensión de su control sobre el entorno de forma imaginativa y experiencial, decidiendo qué círculos de cosas y personas quiere que le rodeen. porque "la formación de la personalidad se da a través de un sentido de pertenencia", define Harrison.

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Todos los peligros
"¿Por qué hace lo que le decimos que no haga?", suele ser una pregunta recurrente que se hacen los padres, pero la respuesta es sencilla, y es que los niños pequeños no comprenden el concepto de negación. Sobre todo antes de los 3 años, aún no tiene la madurez mental para comprender cómo funcionan los mecanismos de protección. Los expertos aseguran que necesitan que se les enseñe con frases claras y positivas y no con prohibiciones, mostrándoles cómo puede hacer las cosas de manera más segura, es decir, hay que decirles claramente y con tranquilidad lo que quieres que haga.
Todo cosas sensoriales
Comportamientos como explosiones enérgicas, llevarse todo a la boca, tocar cualquier cosa, romper algo o saltar sin parar no tienen que ver con el caos, sino exploración del mundo sensorial. La psicología nos revela que el niño recopila información sobre sí mismo y sobre la realidad a través de la experimentación en primera persona a través de las sensaciones. La educadora infantil Layne Deyling Cherland señala que "su rareza es toda una forma científica de comprender quiénes son, dónde termina su cuerpo y dónde comienza el mundo".
Transiciones
Las transiciones típicas como pasar del juego al baño, del baño a la comida o de la comida al sueño parecen sencillas para los adultos, pero en un niño representan perder su control y su ritmo. La experta en comportamiento infantil Jamie Glowacki manifestaba que "los niños de esta edad no controlan nada, y hay que cederles ciertas cosas" a través de pequeñas decisiones, como dejarles elegir el plato donde quiere comer, el lugar por donde marcharse, etcétera. Afirma que no es una negociación, sino un entrenamiento de la autorregulación y la toma de decisiones. Aunado todo, lo que nos dicen los expertos es que no hay que luchar contra la conducta, debemos comprenderla.
Y es que los niños no se resisten, lo que hacen es aprender de sí mismos aunque sea mediante nervios, berrinches y cansancio, por lo que los padres deben ser espectadores y guías para el descubrimiento del mundo que están llevando a cabo, puesto que para los niños pequeños todo es nuevo, todo es su primera vez, y si les damos la oportunidad, los adultos podremos ver y sentir en gran medida a través de ellos cómo es ese volver hacerlo nosotros.




