Una centenaria sorprende a todos cuando le preguntan si visita el médico a menudo y da su receta para llegar a su edad

Cada vez vemos más personas que viven hasta una edad avanzada, teniendo varios casos de algunas que superan los 100 años, aunque esto no es del todo habitual, por lo que suele ser noticia cuando alguien de un municipio en específico lo consigue. Es el caso de Ona Juodzevičienė, quien lleva viviendo en Alytus (Lituania) desde la década de 1970, aunque ella nació en Krikštonys, en el distrito de Lazdijai. Según recoge el medio lituano tv3, sus padres se casaron en Estados Unidos, pero volvieron al país y, después de la guerra, en 1946, fueron deportados por relaciones con los partisanos, mudándose a Siberia (Rusia).

Fue en 1957 cuando consiguieron volver definitivamente y, a partir de ahí, vivieron en varios lugares. Juodzevičienė se graduó en el Seminario de Profesores de Alytus y empezó a enseñar a los 21 años. Estuvo trabajando en Rumšiškės, después se mudó cerca de Jieznas y después a la región de Vilkaviškis. Fue en Suvalkija conoció a su marido, Vytautas, que también era profesor y su familia tenía una historia parecida por vínculos partisanos. La mujer manifestaba que "eran tiempos turbulentos, tenía miedo de decir alguna palabra, no fuera a decir algo inapropiado. No era irascible, nunca ofendí a nadie, ni de palabra ni de obra".

Como la mayoría de las mujeres de entonces, se jubiló a los 55 años y se dedicó a ayudar a su hija Daiva a criar a su recién nacida. Junto a su marido, tuvieron dos hijos, cuatro nietos, cinco bisnietos y dos tataranietos, los cuales dice que andan algo dispersos y no los ve a diario, aunque ahora se ha reunido casi toda la familia por el momento tan emotivo que han tenido. Y es que esta señora ha recibido un homenaje por haberse convertido en centenaria, así que las autoridades de Alytus le prepararon un acto muy especial.

Rutina centenaria

El pasado 17 de octubre cumplió 100 años, por lo que el ayuntamiento de su ciudad le preparó un acto en el que le desearon lo mejor. Se ha convertido en una personalidad y la vicealcaldesa Lina Gaidžiūnaitė transmitía los buenos deseos de todos hacia ella, una buena salud y "que todos los días de su vida estén llenos de alegría y esté rodeada de calidez", recoge tv3. Entre todo esto, la mujer habló para todos y recibió algunas preguntas, recibiendo muchas sobre cuál cree que es el secreto de su longevidad, siendo ella y su familia bastante clara, pues no hace grandes dispendios.

Ona aseguraba que no suele ir al médico, porque el único achaque que tiene es que le duelen las piernas de vez en cuando, porque ha caminado mucho en su vida, más teniendo en cuenta dónde reside. Su hijo Algimantas bromeaba con que "si quieres vivir mucho tiempo, vive en un quinto piso", como hace su madre, que ahora no sale mucho a la calle por ese motivo, aunque sigue yendo a comprar sus cosas como ha hecho siempre. "Tomo té para desayunar, me preparo un sándwich, lo prefiero con queso. No como mucha carne y cocino sopa para el almuerzo", explicaba sobre su dieta.

También comentó su rutina de aseo, en la que dice que no ha usado cremas en toda su vida y que utiliza jabón natural para lavarse la cabeza y la cara. Ahora, con 100 años a sus espaldas, recuerda lo que comentaba siempre su padre con cariño y razón: "El tiempo vuela. Recuerdo que mi padre decía: 'He vivido hasta los 90 años, pero cuando miro hacia atrás, parece que nací ayer'. Yo he llegado a esa edad y creo que nací ayer. Ahora a mí me parece que todo ha pasado recientemente".