Jonas, profesor, alerta de la situación con los jóvenes en las aulas: "Están presentes, pero nada más"
Problemas alarmantes en el sistema educativo

Alumno cansado / Westend61

El sistema educativo siempre suele estar en el ojo del huracán sea el sitio que sea. Al final, es un sector clave de todas las sociedades porque marcará el futuro ya no solo de los niños que se encuentran inmersos en periodo de formación, sino de las naciones donde en el futuro tendrán que aventurarse en el mundo laboral para ganarse la vida y aportar al sistema público. Es por ello que la preocupación es máxima, sobre todo en las últimas décadas donde se han ido viendo una serie de males que se están tornando endémicos.
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Sobre esto hablan en Focus, donde se centran en el sistema escolar alemán pero que se puede extrapolar a los de cualquier país desarrollado, diciendo que la escasez de personal, los métodos de enseñanza obsoletos, la digitalización y otros factores plantean grandes desafíos para las escuelas, el profesorado, los padres y el alumnado. De hecho, como detalle indican que, normalmente, cuando cualquier centro educativo es noticia, suele ser por titulares negativos.
En esta línea hablaba Jonas Schreiber, profesor que imparte clases de economía, contabilidad empresarial, informática y deportes en un instituto de Múnich. En Die Welt explicó todo lo que había detectado en los últimos tiempos y mostró la preocupación que tiene al respecto, con la pasividad por bandera por parte del alumnado y una aparente falta de motivación y ambición que es de lo más significativa: "Están presentes, pero nada más". Y eso, en el mejor de los casos.
Problemas escolares
Jonas comenta que hay alumnos que incluso no van a las sesiones de preparación para las presentaciones de proyectos y les da igual suspender, de hecho, lo prefieren a tener que acudir. Esa falta de motivación la ve clara con un hecho que antaño no pasaba: el deporte. Dice que lo que más le preocupa es lo que ocurre en las clases de educación física, puesto que "cuando estaba en la escuela, el deporte era una forma de compensar a quienes no destacaban en otras materias. Hoy, incluso los alumnos de quinto de primaria prefieren una mala calificación antes que jugar al fútbol".
Como "el deporte no es relevante para pasar de curso", ha visto que los niños consideran que "el rendimiento ya no cuenta", pensando que "de alguna manera, todos nos las arreglamos para salir adelante en nuestra sociedad". La situación con la baja motivación que presentan muchos de ellos la considera realmente alarmante, habiendo visto cómo incluso manifiestan su deseo de vivir de asistencias y ayudas sociales en lugar de intentar ganarse algo por su cuenta, habiendo aquellos a los que les da igual lo que les pase después del periodo escolar.
"¿Qué se supone que deben hacer estos jóvenes después? Seguramente el objetivo no es simplemente vagar por la vida", comenta un Schreiber que también señalaba otros problemas como la impuntualidad, padres abrumados o desinteresados, falta de habilidades ortográficas, discusiones con estudiantes de origen migratorio y un tiempo frente a la pantalla excesivamente largo. Esto, indirectamente, se transmite también al profesorado, como se puede ver en lo que manifestó Jonas, quien a pesar de decir que disfruta mucho con su trabajo, "si las cosas siguen así durante otros 40 años, me destruirán".




