Le despiden por trabajar para la competencia estando de baja y quién le denunció fue su esposa
Una historia que comenzó con mucha cautela

Ilustración sobre despido / MirageC

En Le Figaro nos cuentan una historia de lo más increíble, no por los hechos que se sucedieron, sino por cómo se destapó todo el entramado. Todo gira en torno a un empleado de una empresa pública del sector energético en Francia, el cual llevaba trabajando allí 20 años, pero en 2015 se le otorgó la incapacidad temporal por motivos de salud mental. Hasta ahí, todo parece normal, pero cambia por completo cuando nos encontramos con la llegada de una carta a la compañía, escrita por la mujer de este hombre, quien les dio información bastante sensible.
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Fue en junio de 2016, cuando la mujer desveló que su marido "trabajaba mientras decía estar enfermo, que no estaba en absoluto deprimido y que simplemente se estaba aprovechando de la empresa para alcanzar sus objetivos financieros", escriben en el artículo. Ante tal acusación, la reacción no fue para nada inmediata, pues desde la dirección empresarial quisieron ir con cautela ante este asunto por si se trataba de algún tipo de venganza personal por rencillas conyugales. Pero inició una investigación para esclarecer lo que estaba ocurriendo.
Durante un mes, recopilaron todos los datos a los que pudieron acceder en una investigación en cooperación con la empresa competidora, quien les proporcionó horarios, facturas y un informe interno que dejaba de manifiesto que, efectivamente, su empleado había impartido ocho sesiones de capacitación remuneradas durante su baja por enfermedad, dadas entre noviembre de 2015 y enero de 2016. De esta forma, se llevaron a cabo las acciones legales pertinentes al haber incumplido los términos de su baja.
Consecuencias legales
Fue en agosto de 2016 cuando se citó al acusado a un procedimiento disciplinario donde tomaron las alegaciones, y tres meses después, recibió una notificación en la que se le "obligó a retirarse", aunque era una redacción engañosa en la que no se mencionaba ni jubilación ni pensión, sino que se trata de "un despido disciplinario por falta grave, tal como lo prevé la normativa específica que regula los sectores de la electricidad y el gas", explicaba Roman Guichard, abogado laboralista y miembro del colectivo Rhizome, a Le Figaro, una fórmula que en realidad contemplada en el estatuto especial de las industrias eléctricas y gasistas de Francia, en vigor desde 1946.
En dicha normativa se establece que cualquier actividad remunerada durante una baja médica constituye automáticamente una falta grave, sin necesidad de que esta haya supuesto un perjuicio para la empresa, este último el argumento repetido por el empleado. Igualmente, el hombre no se quedó de brazos cruzados, impugnó la decisión ante el Tribunal laboral y después ante el de Apelación, solicitando 140.000 euros de indemnización por daños e intereses, volviendo a argumentar que su actividad secundaria no había afectado a su empleador y añadiendo que desconocía por completo la prohibición. La respuesta a esto llegó en abril de 2024.
Dicha respuesta fue la confirmación, de nuevo, de que había incurrido en una falta grave, aunque hubo que esperar la ratificación del Tribunal de Casación, la cual llegó en junio de 2025. Estipularon que trabajar para otro empleador durante una baja médica vulnera el estatuto especial de las industrias eléctricas y gasistas aunque no hubiera competencia directa ni perjuicio económico. Como consecuencia de esto, se confirmó la pérdida de empleo del acusado sin derecho a indemnización ni preaviso, así como tuvo que pagar las costas judiciales.




