Una madre dice "basta", se cansa de las visitas inesperadas de su hijo adulto y le lanza una petición que teme ser "irrazonable"
No se siente nada cómoda y está pensando en hacer algo

Persona abriendo una puerta / seksan Mongkhonkhamsao

Los padres siempre están para los hijos, intentan ayudarlos y, transcurra el tiempo que sea, serán su apoyo y les brindarán todo lo que esté a su alcance. Esto es de manera general, pero realmente la cosa cambia un poco cuando los vástagos crecen y hacen su propia vida, cambiando así también la de sus progenitores. Aunque hayan volado del nido, la casa de los papás se considerará hogar pase lo que pase, pero tienen que entender que algo que quizá antes era más complicado, y es que ellos también tienen su intimidad y derecho a ella.
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Este debate lo puso encima de la mesa una mujer que compartió su experiencia en el foro Mumsnet, pues contó que su hijo entra en su casa sin previo aviso y esto le hace sentir incómoda en algunas ocasiones. Explicaba que viven en la misma ciudad y suele aparecer cuando le viene en gana sin llamar o mandar un mensaje antes, de hecho, en el momento que escribió su post decía que la noche de antes había ido y entrado utilizando su llave, mientras ella estaba en pijama, buscando su momento de relax, que sin esperarlo se vio roto.
Esta madre asegura que le encanta verlo, pero se planteaba si es "tan descabellado pedirle que me avise antes de venir" o si simplemente por ser familia esperan y ven normal encontrarte sin importar en la situación en la que estés. Tal fue su sentimiento de inseguridad que llegó a plantearse incluso cambiar la cerradura de su casa para evitar esas visitas furibundas y así obligar a que le informe de su intención de ir allí antes de hacerlo. Una cuestión que le ha generado dudas sobre la ética de sus sentimientos y la propia maternidad.
Respuesta de los usuarios
Ante su explicación de cómo "llegó esta noche y usó su llave para pasar, y yo estaba en mi camisón, algo incómoda", así como sus dudas, recibió una gran cantidad de respuestas, bastante divididas, como recogía People. Algunos defendían el hecho de que fueran argumentando que les llena de felicidad poder verlos siempre que sea, sin excepción, como una comentarista que decía que "mis hijos adultos y sus parejas suelen aparecer sin avisar, normalmente a la hora de cenar, y me encanta", dejando claro que las puertas de su casa siempre estarán abiertas para cuando quieran aparecerse por allí.
Incluso una mujer le dijo que no estaba siendo razonable, aunque admitía que "probablemente sea habitual" porque "es difícil, cuando siempre han sido 'solo mamá y papá', darse cuenta de que son adultos con derecho a la privacidad", aconsejándole que "quizás solo necesites dejarlo claro". Esta es una postura que defendieron muchos, la de priorizar la comunicación antes de tomar una determinación tan drástico como la de cambiar la cerradura sin más. Y no solo otras madres escribieron, sino que hijos e hijas también quisieron aportar su visión de la otra parte.
"Yo nunca iría a casa de mis padres sin llamar antes, y tampoco esperaría que ellos vinieran a la mía sin avisar", exponía una internauta sobre el asunto, dejando claro que realmente su hijo no estaba pensando demasiado en las consecuencias de esto, aunque parezca algo sin importancia. De esta manera, se puso en liza una cuestión que confronta la ética, el derecho a la intimidad, los roles de padres e hijos y hasta el tradicionalismo, siendo el resumen del sentimiento de muchas madres lo que decía otra de ellas en comentarios: "Me encanta que venga, pero necesito un aviso previo".




