Una trabajadora viaja por trabajo y vacaciones, quiere demandar a su jefe al respecto y su plan hace aguas en tiempo récord
Se cayó toda su argumentación de un momento a otro

Avión / Andrew Merry

Hilary Bannerman trabajaba como guardabosques en una urbanización de Cambridge para Land Restoration Trust, una organización benéfica que gestiona espacios verdes, a la cual denunció por discriminación basándose en su creencia en la justicia social y ambiental, pero como explican en Manchester Evening News, ese intento de demanda a la empresa no fructificó después de que un juez considerara que sus alegaciones no estaban recogidas en la Ley de Igualdad de 2010 del Reino Unido.
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Se expuso que la defensa de sus creencias eran "poco convincentes" dados los datos que se tenían sobre ella, aunque en una audiencia preliminar, Bannerman afirmaba que su compromiso con la justicia social y ambiental es total, coherente y central en su vida, no siendo políticas en el sentido partidista, sino filosóficas, estando centradas en la equidad, la sostenibilidad y la responsabilidad moral intrínsecas para el mantenimiento del medioambiente y los seres vivos, exponiendo que tiene una vida basada en la sostenibilidad.
En la audiencia decía que practica "constantemente" la sostenibilidad en casa y en el trabajo "a través del reciclaje riguroso, la reducción de residuos, la minimización de plásticos de un solo uso y el estímulo activo de otros para que adopten prácticas similares", recoge el medio antes mencionado, lo que al parecer de la mujer demuestra "compromiso de larga data de reducir su huella de carbono y apoyar la energía limpia". Sin embargo, salió a la luz algunas prácticas que sirvieron para desmontar las bases de la demanda.
Bannerman ratificó que voló "a todas partes" por un trabajo que tuvo en Canadá durante algunos años y que también viaja en vacaciones con su familia, teniendo incluso alguno ya programado próximamente, por lo que esto fue la puntilla a esa explicación de convencimiento sobre la reducción de la huella de carbono y la energía limpia, todo ello a pesar de que se defendiera exponiendo que todo el mundo tiene derecho a tiempo de asueto y, "por lo tanto, debe comprometer sus creencias", aunque haciendo hincapié en que es algo que lleva a cabo "a menos que no tenga otra opción".
Las alegaciones del juez
Informan en Manchester Evening News que el encargado de llevar la audiencia de Bury St Edmunds fue el juez laboral Kevin Palmer, quien después de la misma manifestaba que el testimonio de la señora Bannerman era "poco convincente" en cuanto a cómo promueve su creencia filosófica en la justicia ambiental, puesto que "ella practica el reciclaje, anima a otros a hacerlo, ha hecho una modesta adaptación a un cobertizo para bicicletas y ha instalado algunos paneles solares en su propiedad", pero que es algo que millones de personas han hecho y hacen con regularidad.
Con esto, considera que su testimonio no demuestra que viva según su convicción de la justicia ambiental, señalando también que la mujer no es una asidua en el uso del transporte público, no sigue una dieta basada en vegetales ni tiene contratados servicios de compañías de energía ecológicas. De tal forma, sentenció que el deseo de "asegurar un gran pago de compensación en estos procedimientos" para la libertad financiera de su familia es "en gran medida una perspectiva individual y no social", dejando fuera su creencia de la Ley de Igualdad y desestimando sus reclamos. Ahora, el siguiente paso vendrá el 20 de enero de 2026, cuando se celebrará una audiencia preliminar para más reclamaciones de la demandante.




