Quiere impresionar a la empresa de sus sueños y se arriesga con una hazaña aunque le rechazaran de todas formas

A mediados de año, un estudio del la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) nos daba un cálculo poco halagüeño que dejaba de manifiesto cómo la situación actual hará que los jóvenes tengan que jubilarse seis años más tarde de lo estipulado. Mientras que la edad de salida de la población activa está en los 65 años, los datos auguran que los jóvenes tendrán que hacerlo a los 71 para mantener durante la jubilación el nivel de vida que tendrán mientras trabajan. Todo debido a la hora en la que se están incorporando al mercado laboral.

Al empezar a trabajar más tarde, sus carreras laborales no son suficientemente largas para cobrar una pensión que les sustente, a lo que habría que sumar la subida de cotizaciones de la última reforma de las pensiones, la cual señala la obligatoriedad de aportar más al Estado para después tener una compensación, aunque porcentualmente será menor a su sueldo. En Cadena SER se recogía que la tasa de desempleo en jóvenes de 16 a 29 años es del 43,2%, y el estudio señala que llegarán a 2065 con una cotización penalizadora para el cómputo de su pensión, pues solamente alcanzaría los 30 años.

En este contexto se apunta que ya en 2027 la edad ordinaria de jubilación será de 67 años y se necesitarán 37 cotizados para cobrar el 100% de la pensión, así como que con la última reforma será necesaria una mayor aportación a la Seguridad Social para recibir una pensión con una tasa de reemplazo dos puntos más baja, de un 75,3% frente al 77,1% actual. Y es que, como vemos, no solo es un problema de falta de oportunidades, que también, sino algo más estructural, pero mientras los jóvenes no tengan opciones de alcanzar sus metas laborales, la situación empeorará aunque estos estén sacando todo su esfuerzo e inventiva a la palestra para alcanzar sus objetivos, como deja clara la historia de Thibaud.

Una carrera para hacer carrera

Thibaud es un joven francés que tiene como deseo trabajar para Decathlon, pero su empeño en conseguir unas prácticas allí no han tenido su recompensa. Vista la dificultad, decidió ponerse cartas en el asunto y tuvo una idea que él mismo define como "un poco loca", como recogen desde Le Figaro emploi. Esa locura, dice el chico en LinkedIn, es fiel a su forma de ver las cosas, pues es un firme convencido en "convertir un deseo en acción, combinando creatividad, rigor y el placer de estar sobre el terreno". Y vaya que si ha tirado de ingenio.

Después de ver un anuncio de la empresa que animaba a la gente a "definir su propio camino", se calzó unas zapatillas de running e inició una carrera de 20 kilómetros equipado con un GPS y una aplicación de seguimiento, todo con el objetivo de crear el logotipo de la tienda de artículos deportivos. Lo que quería demostrar era su motivación y ganas de trabajar con ellos, pero la cosa no salió demasiado bien en un principio. Envió su proyecto y fue rechazado de manera automática sin tenerlo nada en cuenta. Un varapalo, sí, pero no hizo que tirara la toalla en su empeño y decidió dar un paso más.

Decidió contar su historia, acción y proyecto en LinkedIn, algo que se demostró como un acierto total a pesar de haber sido rechazado en un primer momento. La publicación sumó más de 10.000 'me gusta' en apenas una semana, así como decenas de comentarios elogiando su ímpetu, originalidad y resiliencia. Pero no solo se ha llevado la atención de los usuarios, sino que en Le Figaro emploi aseguran que un responsable del departamento de Recursos Humanos de Decathlon "ha dado un paso al frente", por lo que auguran que esta historia aún no ha terminado y que aún puede tener un final feliz para Thibaud.