El conductor del bus sale corriendo a la tienda de kebabs y hace esperar a los pasajeros: ya se hablan de consecuencias para el trabajador
Un hecho que dejó atónitos a todos los presentes
Autobús / Photography taken by Mario Gutié
El transporte público es esencial para los ciudadanos y también para la buena circulación en las ciudades, así como aplaca el impacto medioambiental que se producen por la utilización de vehículos de combustión en acumulación. Es por ello que desde los ayuntamientos se fomenta su uso y se impulsan medidas constantes para mejorar el tránsito, la huella que dejan en el ambiente y la seguridad. Uno de los más comunes en todos los lugares son los autobuses, que han sufrido varias modificaciones en las últimas décadas.
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Es el caso de Donostia, donde cuentan con unas 25 unidades eléctricas y se espera que sigan aumentando progresivamente en número próximamente. Así lo afirmaba Olatz Yarza, concejala de Movilidad y Transporte Sostenible, en Hoy por Hoy San Sebastián', también anunciando una serie de medidas que se están tomando que, sin embargo, no han sido bien acogidas en su totalidad. Una de ellas tiene que ver con los conductores de Dbus, que "tendrán que someterse a una prueba de alcoholemia para poder arrancar el autobús", asegurando que "es algo a lo que obliga la ley", pero que a ellos no ha gustado.
"No ha sentado bien entre los trabajadores" porque pueden darse "falsos positivos", según le manifestaron los profesionales a la edil, que señalan también que los vehículos "tienen un sistema por el que, si el conductor da positivo en la prueba de alcohol, el autobús se queda bloqueado". Yarza aseguraba que "lo estamos trabajando con los sindicatos", para responder a preguntas como actuar "en un caso de un falso positivo". Y es que hay más sucesos con estos profesionales de los que parece, lo pueden preguntar en Saarstraße de Tréveris (Alemania).
Los conductores de autobús tendrán que realizar pruebas de alcohol antes de trabajar: "Si da positivo se queda bloqueado"
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Un suceso curioso
Según relatan desde SWR, un autobús urbano de la línea 13 llegó a la parada Südbahnhof (Estación Sur), cuando sucedieron los hechos que dejaron a todos los pasajeros desconcertados. "El conductor bajó tranquilamente del autobús con el motor aún en marcha y el bolso en la mano", contaba uno de los testigos, que junto al resto de los presentes quedaron atónitos cuando vieron que se dirigía a un local de kebab en la esquina de Hohenzollernstrasse, donde entró, estuvo unos minutos y regresó con una bolsa llena de comida. Esto provocó un buen atasco en Saarstrasse, saliendo de la ciudad.
La empresa de transporte público de Tréveris (SWT) inició una investigación y confirmó el incidente, como confirmó Nina Traut, portavoz y miembro de comunicaciones corporativas de los Servicios Públicos Municipales de Trier, quien contó que el conductor había pedido comida con antelación y aprovechó para recogerla en ese momento, algo que se considera una infracción porque no permiten descansos por cuenta propia durante el servicio regular.
"Nos gustaría pedir disculpas sinceramente a los pasajeros afectados", manifestó Traut, que a su vez aseguraba que las posibles consecuencias del incidente se gestionarán internamente, sin olvidarse también de pedir perdón a todas las personas que se vieron atrapadas en el tráfico a causa del suceso, como escriben en el medio alemán antes mencionado.
