Este es el motivo por el que los perros nos huelen la entrepierna y qué pueden hacer los dueños al respecto
Un acto común que encierra mucho más de lo que parece

Perro y humano / ismail gazel

Que un perro se acerque y te huela la entrepierna puede resultar incómodo o incluso vergonzoso para muchos, especialmente cuando se trata de un desconocido, pero no es un comportamiento anómalo, sino que es natural y profundamente ligado al instinto canino, como explica la web especializada en mascotas Petbook. Aquí apuntan que para los canes, la nariz es su herramienta principal para conocer el mundo, dotada de unas 220 millones de células receptoras olfativas que pueden identificar aromas casi imperceptibles para los humanos.
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De esta manera, mediante el olfato, nuestros amigos peludos reconocen su entorno físico y recaban información social. Consiguen conocer quién es el otro ser vivo, si es conocido o no, su estado de salud, de ánimo y hasta su perfil biológico. Es por ello que olfatear no es un capricho, sino algo intrínseco a su naturaleza que se puede ver claramente cuando dos perros se conocen y se saludan oliéndose el trasero mutuamente. No es un acto cochino, sino que es su manera de intercambiar información esencial el uno del otro.
Pero esto no solo pasa con los animales de su propia especie. Los seres humanos poseemos glándulas sudoríparas de tipo apocrino que están concentradas en la zona genital, las ingles, las axilas y otras áreas similares, que liberan secreciones cargadas de sustancias olorosas y feromonas que contienen señales químicas reveladoras sobre nuestro sexo, edad, estado emocional, salud y, en el caso de mujeres, incluso de su ciclo reproductivo. Con todo ello, ya tenemos una explicación de ese momento de cierta incomodidad cuando los canes nos huelen la entrepierna. Pero no hay nada extraño.

Mercedes Sánchez. Veterinaria
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Qué hacer cuando ocurra
En Petbook afirman que este comportamiento no ha de interpretarse como una mala conducta ni una falta de adiestramiento, puesto que forma parte de la socialización natural de los perros, siendo un acto totalmente instintivo. Igualmente, quizá es algo incómodo si te ocurre con un animal que no conoces o lo hace tu mascota con otra persona y te gustaría que no ocurriera, teniendo posibilidades de evitarlo sin coartar la naturaleza propia del peludo.
Aseguran en la web especializada que la manera correcta de actuar cuando un perro se acerca de forma demasiado entusiasta es redirigir su atención y no regañarlo. Por ejemplo, se le puede llamar tranquilamente, pedir que se siente, ofrecerle algo que le dé la alternativa a parar o directamente sujetarlo con su correa. André, adiestrador canino de Deine Online-Hundeschule, aconsejaba establecer una señal de antemano con él, puesto que "aunque el comportamiento sea instintivo y, por lo tanto, natural, un perro necesita aprender que no es aceptable con todos".




