Pamplona

El Gobierno de España y de Navarra han firmado tanto un borrador de Protocolo General de Actuación como un Contrato de Comodato para que el Archivo Real y General de la Comunidad foral pueda custodiar "en concepto de depósito regulado" la documentación estatal relacionada con el Fuerte de San Cristóbal y la prisión provincial. Esta documentación incluiría los expedientes penitenciaros de los miles de presos que fueron recluidos allí. En el Fuerte se produjo la histórica fuga del 22 de mayo de 1938, una de las más importantes de Europa. Escaparon 798 presos, de los que 206 fueron asesinados durante la huida y solo tres lograron llegar a Francia, el resto fueron devueltos a prisión. Tres días después, 14 de los organizadores fueron fusilados en Pamplona.

El traspaso de esta documentación supone "cumplir una expectativa largamente demandada" porque de este modo se podrá "completar el mapa de la represión de las y los republicanos navarros". Así lo ha aseverado el director del Instituto Navarro de la Memoria, José Miguel Gastón, que ha detallado que se trata, sobre todo "de expedientes judiciales de presos condenados por rebelión, sedición o apoyo a la república". Esta documentación se entregará al Archivo, no solo en formato físico, también digital, lo que permitirá "completar el perfil de las víctimas con aquella documentación que haga referencia a ella: fotografías, expedientes judiciales, cartas... Así, la divulgación es mucho más completa".

La tardanza en la firma de este convenio se ha debido a una cuestión administrativa, explica Gastón. A diferencia de otras provincias, Navarra cuenta con un archivo histórico, que es el Archivo Real y General que, no obstante, no tiene el carácter de archivo provincial. Esto, en la práctica, se traduce en que sí puede custodiar la documentación de titularidad estatal, pero no puede recibirla de manera directa, sino que se exige la firma de un convenio especial para su transferencia.

Todavía no se han fijado plazos, pero "cuanto antes mejor, "sobre todo porque el tiempo de la memoria se va agotando y todavía quedan muchas cosas por sacar a la luz". En concreto, faltan miles de restos humanos por hallar e identificar. "Toda información es muy útil porque nos permite afinar la localización que pueden tener después de ser asesinados", concluye Gastón.

Leopoldo Pico

Además, esa documentación permitirá sacar del olvido la historia de miles de presos republicanos, como la de Leopoldo Pico, natural de Santander, al que se le considera uno de los instigadores de la fuga y que fue asesinado también durante su huida. Leopoldo dejó tras de sí a su esposa, de 26 años y a dos hijos. Hoy en día, su nieta, Contxi Rodríguez ha cumplido los 65 años. Siempre supo que su abuelo había estado encarcelado, pero no fue hasta que volvió a Pamplona, sobre el año 93, cuando descubrió la historia de Leopoldo en un libro. Es más, la mujer de Leopoldo no supo hasta superados los ochenta años que su marido había estado detrás de la fuga. Cuenta Contxi en la SER cómo se enteró su abuela de lo sucedido: "Nos vinieron a ver unos periodistas del Diario Montañés y ellos fueron lo que nos comentaron. Ella estaba incrédula. ¿Mi marido?, decía. Ella sabía que algo iba a pasar porque se lo comentó en una carta, en la que le dijo que pronto se iban a volver a juntar, que no perdiera la fe, pero ella no se lo imaginó nunca".

Contxi tuvo la ocasión de coincidir con alguno de los compañeros de su abuelo en el Fuerte: "Fue muy emocionante escuchar cómo hablaban de mi abuelo. Hablaban de él con una admiración increíble y allí ya me di cuenta de que tenía que haber sido una persona muy importante". Todavía no se han encontrado los restos de Leopoldo Picó, pero no pierden la esperanza. "Estamos pensando que pronto lo encontrarán, pero es muy complicado".