La plantilla de Silenciosos Falces prevé un conflicto largo

Tafalla

Han pasado dos semanas desde que la plantilla de Silenciosos Falces comenzó una huelga indefinida para evitar el cierre de la fábrica y sus 35 integrantes insisten en sus movilizaciones en un conflicto que, según Elena Troyas, presidenta del comité de empresa, "parece que va a ser un proceso largo pero estamos con ganas, somos positivos y optimistas y tenemos que seguir en esta línea para poder aguantar".

El 31 de julio acaba el contrato con Faurecia, su principal cliente, y a partir de ahí se plantearía la liquidación, de ahí las previsiones del personal. Por ahora, entre otras acciones, se han manifestado por las calles de Falces y se han reunido con el Gobierno de Navarra que "nos ha dado unas directrices porque hay una hoja de ruta que nos marcaron, mientras van a intentar hablar con Faurecia para tratar de averiguar quién está haciendo ahora nuestro trabajo, porque en algún sitio se está haciendo". Además el Gobierno se ha mostrado interesado en "dar viabilidad a nuestra empresa y en nuestra zona porque es un problema muy grande que cierre una empresa y más en un pueblo donde hay muy pocas", explica Troyas.

Por eso tienen el apoyo vecinal y el del Ayuntamiento de Falces a cuyo pleno municipal han acudido para explicar su situación.