Saénz de Santamaría, sobre una posible vuelta a la política: “Los poderes económicos me dicen: tienes que volver, y yo les contesto: ¿y tú? ¿vendrías conmigo?”

Pamplona

Soraya Sáenz de Santamaría es actualmente miembro del Consejo de Estado y socia administrativa de un despacho de abogados. Muy pocas han sido las veces en las que la que fuera vicepresidenta del Gobierno ha aparecido públicamente desde que abandonara la política activa. El Congreso “La Vida Buena y el Placer” que se celebra este fin de semana en Tudela (Navarra) ha sido testigo de una de esas apariciones y precisamente lo ha hecho para hablar de política y también de placer.

Ha compartido charla con la también miembro del Consejo de Estado y catedrática de Filosofía, Amelia Valcárcel, que ha reconocido nada más empezar que “he sido yo quien ha convencido a Soraya para que hoy esté aquí”.

Durante una hora y media, ambas han charlado sobre política, placer, democracia filosofía y sentimientos. En un momento de su conversación, Saénz de Santamaría ha asegurado que “ha vuelto la idea de los políticos fuertes, de los hombres fuertes, algunos verdaderos autócratas. Sobrevuela la idea de que necesitamos un hombre fuerte y ahí se desdibuja la figura del autócrata y el demagogo”.

La charla, muy centrada en lo filosófico, ha dejado algunos titulares de quien se convirtiera en uno de los activos más fuertes del Partido Popular debido a la confianza otorgada por parte de la dirección nacional de la formación en la era Rajoy. Reconoce que todavía hoy “los poderes económicos me dicen: tienes que volver, y yo les contesto: ¿y tú? ¿vendrías conmigo?”

Ha apuntado que en política “pierdes el anonimato, que es un placer, también la vida cotidiana, que es otro placer. He redescubierto hacer cosas ordinarias” asegura tras cuatro años desde que dejara la política.

En algunos momentos han criticado “la nueva política”, con parlamentarios “menos preparados”, centrados en el espectáculo y nuevos códigos que manejan, “pueden salir por cualquier sitio”.

Ha asegurado Saénz de Santamaría que “he visto muchos políticos enganchados a verse en los medios de comunicación, aunque salieran mal. Esa necesidad de verte en los papeles, de estar, de sentirte en el meollo de algo. Es muy peligrosa esa seducción. La política es una manera fácil de ser popular, de ser conocido, es terrorífico”.

En referencia a lo que se ha venido a llamar ‘nueva política’, la exdirigente popular critica la creciente espectacularización del debate parlamentario: “hay quien saca la camiseta, impresoras…”.

"La recesión económica generó un deterioro institucional tremendo que ha dado lugar a los demagogos y populistas. Los demagogos son los que han aprendido a manejar los problemas y el sufrimiento de la gente".

Han reconocido que “estamos viviendo una nueva etapa y nos estamos dando cuenta ahora”. Para señalar después que “la democracia es un mundo mucho más complejo, más difícil, es cierto que con más oportunidades. La democracia está retroceso, lleva 20 años no siendo la opción que más crece. Solo el 13 por ciento está gobernado por democracia”, ha señalado la ex vicepresidenta del Gobierno.

Preguntada por un momento de satisfacción ha recordado que tuvo la desgracia que en el camino de su casa a Zarzuela donde acudía a jurar su cargo como vicepresidenta le llamaron con un problema muy importante y había que decidirlo ya. "Ese día que yo veía a mis compañeros contentos e ilusionados yo solo pensaba en lo que me quería contar a mi aquel señor que hoy es amigo mío, ese día de supuesta tranquilidad, podría haber esperado media hora. Te dan más satisfacción las pequeñas cosas para ayudar a gente que lo necesita, detalles que solo los puedes hacer si tienes ese poder".

"En mi primera etapa PP y PSOE nos tirábamos de los pelos pero bien, pero había temas en los que nos poníamos de acuerdo, no tenía que formar parte del debate y lograbas una cierta estabilidad en asuntos relevantes. Lo que hagamos ahora si lo hacemos bien puede solventar el problema energético de España de los próximos años".

"Más allá de la vida hace falta más participación de la sociedad civil en ese ejercicio de poder. No participamos activamente en enriquecer ese debate en aportar soluciones desde fuera, en abrir un poco el mundo de la política más allá de la vida de los partidos, de los parlamentos o las instituciones y no siempre tienen el nivel de gente con trayectoria suficiente para conocer la complejidad de los temas de este mundo que estamos viviendo".

El rescate

"Todo el mundo sabía lo que había que hacer y hay que pedir el rescate y se aguantó, aguantar, tener personalidad, cuando al final se vio que esa era la decisión correcta", apunta".